Una jornada cargada de esperanza y trabajo marcó un hito en la colonia Yakare’i, ubicada en la zona norte del departamento de Caaguazú, donde unos quinientos pobladores se reunieron para recibir a altas autoridades nacionales. Después de seis décadas de espera, la comunidad ve más cerca la posibilidad de obtener la titularidad de sus lotes agrícolas, un anhelo que comienza a tomar forma gracias a las gestiones iniciadas en este encuentro.
El presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Francisco Ruiz Díaz, encabezó la delegación oficial junto a Amanda León, titular del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), y representantes de los Ministerios de Educación, Interior y de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), entre otras instituciones. Durante la visita, los pobladores expusieron sus inquietudes y demandas, siendo el tema central la falta de titulación de las tierras que ocupan desde hace generaciones.
En un diálogo directo con los dirigentes campesinos, Ruiz Díaz detalló las opciones que se barajan para resolver esta problemática histórica. Anunció que, a partir del próximo mes, se iniciarán los trabajos de relevamiento de datos de cada lote y sus ocupantes, un paso clave para agilizar el proceso de regularización jurídica de los inmuebles. “Este es el comienzo de una solución definitiva para que las familias puedan tener seguridad jurídica sobre sus tierras”, afirmó el titular del Indert.
La emoción fue palpable entre los habitantes, especialmente entre los beneficiarios más antiguos, quienes no ocultaron su alegría tras la visita de las autoridades. “Esperamos 60 años por esto, y ahora sentimos que por fin nos están escuchando”, expresó uno de los pobladores, reflejando el sentimiento de una comunidad que ve en este avance la promesa de mejores días.
La colonia Yakare’i, fundada hace más de medio siglo, ha sido testigo de múltiples promesas incumplidas a lo largo de su historia. Sin embargo, esta jornada de trabajo parece marcar un punto de inflexión, con compromisos concretos que podrían transformar la vida de cientos de familias campesinas. La regularización de las tierras no solo les otorgará seguridad jurídica, sino también acceso a créditos y oportunidades de desarrollo que hasta ahora les habían sido esquivas.
Con el inicio de las tareas de levantamiento de datos en el horizonte, los pobladores de Yakare’i miran al futuro con renovada esperanza, confiando en que, tras décadas de lucha, la titularidad de sus tierras dejará de ser un sueño para convertirse en una realidad tangible.
