Con la llegada de la primavera, es el momento perfecto para reflexionar sobre la importancia de la vegetación en nuestros entornos urbanos. Luis Recalde, ingeniero agrónomo y asesor en gestión ambiental, nos comparte sus recomendaciones sobre los árboles nativos más adecuados para plantar en veredas, resaltando los beneficios que aportan en esta estación del renacer.
Para veredas angostas, Recalde sugiere especies pequeñas como el sapiranguy, guaviyu, ñangapiry, casita, ceibo y burro ka’a. En veredas más amplias y sin cableado superior, propone optar por árboles medianos como aguai, kamba aka, villetana y jacaranda. «Elegir una variedad de especies es fundamental para mejorar la biodiversidad y la calidad ambiental de nuestras ciudades», explica el profesional.
Al elegir un árbol para la vereda, es esencial considerar el espacio disponible. Recalde advierte: «No debemos elegir árboles solo por su apariencia; es fundamental asegurarse de que la especie sea adecuada en relación al espacio disponible, como la altura y el sistema de raíces».
La mayoría de los árboles nativos, según Recalde, comenzará a florecer entre los 4 y 5 años después de ser plantados, alcanzando floraciones más significativas entre los 8 y 12 años.
En cuanto al cuidado de estos árboles, Recalde comenta que es recomendable un riego ocasional en los primeros meses y podas de formación durante los primeros años. Con una correcta selección y formación, las podas de mantenimiento se reducen a lo mínimo, permitiendo que las especies florezcan rápidamente.
Los árboles nativos, al mismo tiempo que embellecen las veredas, también juegan un papel crucial en la calidad del aire y la reducción del calor urbano. Recalde explica que estos árboles evaporan agua a través de sus hojas, enfriando el espacio circundante en varios grados. Además, las hojas actúan como filtros de polvo, capturando partículas nocivas, especialmente las emitidas por vehículos, y disminuyendo su capacidad de propagación.
«La fauna nativa está adaptada a aprovechar los recursos que los árboles nativos ofrecen. Además, estos estan mejor adaptados a las condiciones locales».
La primavera es una oportunidad perfecta para renovar nuestro entorno y fortalecer nuestro compromiso con el medio ambiente. Al plantar árboles nativos, embellecemos nuestras veredas, promovemos la biodiversidad y mejoramos la calidad de vida en nuestras ciudades.
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