Familiares y amigos de Darío Molinas, un joven fallecido tras un violento incidente, se congregaron en las afueras del Juzgado Penal de Garantías de Encarnación para exigir justicia y solicitar que el responsable sea castigado con todo el rigor de la ley. La protesta surge luego de que Darío, quien circulaba en motocicleta junto a su novia, perdiera la vida tras recibir una patada por parte de Diego Páez, un joven con antecedentes penales.
Según relatos de testigos y la versión de la novia de la víctima, el incidente ocurrió en el camino de San Isidro, cuando la pareja se dirigía a cenar. Páez, de manera inesperada, se interpuso en la calle y propinó una patada directa al rostro de Molinas, quien perdió el control del vehículo y terminó impactando contra una palmera. Aunque ambos sobrevivieron inicialmente al impacto, Darío sufrió graves lesiones que, horas más tarde, le costaron la vida.
Los manifestantes, profundamente dolidos, exigieron que el caso sea tratado como un homicidio doloso, considerando la brutalidad del ataque y los antecedentes del agresor. El abogado querellante de la familia subrayó la necesidad de que se imponga prisión preventiva a Páez mientras dure la investigación, enfatizando que la acción violenta no puede ser calificada como un hecho culposo.
Además, la novia de Darío denunció la falta de atención médica oportuna en el Hospital Regional de Encarnación, donde fueron llevados tras el accidente. Según su testimonio, pasaron horas sin recibir asistencia adecuada, lo que, según ella, podría haber cambiado el trágico desenlace.
La familia Molinas clama por una justicia que no solo castigue al responsable, sino que también evite que hechos similares se repitan, instando a las autoridades a tomar medidas severas y ejemplares en este caso.