Una explosión en la mina de Cerredo, ubicada en Degaña, al suroeste de Asturias, ha dejado al menos cinco muertos y cuatro heridos. Así lo confirmó Guillermo Peláez, consejero portavoz del Gobierno del Principado, durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. El siniestro ocurrió cuando varios trabajadores quedaron atrapados entre los escombros a gran profundidad. Gracias a las labores de rescate, se ha logrado recuperar a algunos sobrevivientes, así como los cuerpos de algunas de las víctimas.
El accidente tuvo lugar en el interior de esta mina de carbón cuando una máquina, con la que los trabajadores estaban operando, explotó. Este suceso provocó quemaduras y traumatismos a quienes se encontraban cerca del lugar de la explosión.
Según indicó el portavoz del gobierno asturiano, los trabajadores estaban llevando a cabo tareas bajo un permiso de explotación relacionado con la posible extracción de mineral para la fabricación de grafito.
Como resultado de la explosión, dos trabajadores fueron trasladados en estado grave al Centro de Salud de Villablino, en León. Uno de ellos fue derivado en helicóptero a un hospital de referencia en Castilla y León debido a las graves quemaduras que sufría. El otro herido fue llevado también en estado grave a un hospital de León. Un tercer trabajador, que sufrió traumatismos, fue trasladado al Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea, en Asturias.
Para asistir en las tareas de rescate, se desplazó hasta la zona un helicóptero del 112 de Asturias con la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, así como la unidad canina del 112, varias UVI móviles y bomberos de Cangas, entre otros equipos de emergencia.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó este lunes su pésame a las familias de las víctimas del accidente. A través de un mensaje en redes sociales, Sánchez envió “un sentido abrazo a los familiares de las víctimas mortales” y deseó “una pronta recuperación a los heridos”. También agradeció a los servicios de emergencia que han estado trabajando en las tareas de rescate.
Fuente: La Vanguardia