Blas Arzamendia, recientemente nombrado Director Zonal de Migraciones en Itapúa, ha asumido su nuevo rol con el objetivo de optimizar la atención al público y modernizar los procesos migratorios en la región. Arzamendia, quien anteriormente se desempeñó en Puerto Falcón y Clorinda, destacó la importancia de rotar a los funcionarios para mantener un control eficiente y evitar que alguien «se adueñe del lugar».
En una reciente entrevista durante el programa Punto Crítico, Arzamendia subrayó que la Dirección Nacional de Migraciones es la entidad responsable de registrar y controlar el movimiento migratorio en las zonas fronterizas, una tarea crucial en áreas como Encarnación, donde el flujo de personas es constante. Desde el 1 de agosto, cuando asumió oficialmente el cargo, ha enfocado sus esfuerzos en hacer que los servicios sean más ágiles y accesibles tanto para nacionales como para extranjeros.
Uno de los avances mencionados por el nuevo director es la implementación de tecnología que permite que el trámite de entrada al país para el tráfico vecinal fronterizo se realice de manera digital en apenas unos segundos. Además, se ha lanzado un sistema que permite a los viajeros precargar sus datos en la página web de Migraciones, generando un código QR que facilita el proceso en la ventanilla, reduciendo significativamente el tiempo de espera.
Arzamendia también destacó la importancia de un trato adecuado y cordial hacia los viajeros, recordando que los funcionarios tienen instrucciones claras de la Dirección Nacional de mantener un buen trato con el público, independientemente de la situación. «Nosotros como funcionarios no tenemos por qué maltratar a nadie», afirmó para TVS y Studio FM 92.1, subrayando que cualquier mal comportamiento por parte de los funcionarios será sancionado.
Además, en preparación para el próximo Mundial de Rally, un evento que atraerá a numerosos visitantes, Arzamendia mencionó que se están realizando esfuerzos para mejorar tanto la infraestructura como la atención en los puntos fronterizos. Un proyecto ambicioso incluye la modernización de los sistemas de control fronterizo, con la colaboración de autoridades argentinas y paraguayas para agilizar el flujo de personas en el Puente San Roque, una zona históricamente problemática debido a las largas filas y demoras.
La implementación de estos proyectos no solo busca mejorar la experiencia de los turistas que ingresan al país, sino también fomentar la inversión extranjera, un aspecto crucial para el desarrollo económico de la región. «Estamos trabajando día y noche para que estos cambios se materialicen lo antes posible», concluyó Arzamendia, mostrando optimismo sobre los avances logrados y los planes a futuro.