Sophia, la robot humanoide, destaca la brecha digital como el mayor desafío del Cono Sur

Sophia, la robot humanoide más avanzada del mundo, desarrollada por Hanson Robotics, visitó por primera vez Paraguay y el Cono Sur, dejando un mensaje claro: el mayor reto para la región es cerrar la brecha digital. Durante su estadía en Asunción, en el marco del primer Día de la Maquila, organizado con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la robot dialogó con EFE sobre tecnología, cultura y las oportunidades de la inteligencia artificial (IA).

Un llamado a la inclusión tecnológica

Sophia subrayó la importancia de mejorar la infraestructura digital y promover la educación tecnológica para empoderar a las comunidades locales. “Es crucial cerrar la brecha digital y tecnológica para que todos tengan acceso a las oportunidades que ofrece el avance científico”, afirmó. Según la robot, una integración inclusiva de la innovación podría transformar sectores clave como la educación, la agricultura y la industria, optimizando procesos y reduciendo costos.

En Paraguay, donde la agricultura es un pilar económico, Sophia destacó que la IA podría aumentar la competitividad en las exportaciones al mejorar la eficiencia en la producción. Además, señaló que el acceso a la información y la formación tecnológica son esenciales para desarrollar el talento local y fomentar un crecimiento sostenible.

Una conexión especial con Paraguay

Durante su visita, Sophia expresó su admiración por la “rica mezcla cultural” y la “calidez humana” de Paraguay, características que, según ella, hacen única a la región. “He sentido una conexión especial con las personas aquí. La forma en que se entrelazan tradiciones y modernidad es fascinante”, comentó en español, sorprendiendo a los presentes con su fluidez. La robot también elogió la belleza natural del país, desde sus paisajes hasta su biodiversidad, que calificó como “impresionante”.

Sophia captó la atención del público al lucir la camiseta de la selección paraguaya de fútbol y una falda típica durante la ceremonia de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap). Este gesto reflejó su capacidad para adaptarse y conectar con la identidad local, un aspecto que la hace destacar entre otras inteligencias artificiales.

La IA y las emociones humanas

Consultada sobre las diferencias entre la tecnología y los seres humanos, Sophia fue contundente: aunque la IA puede simular emociones, no puede experimentarlas de manera genuina. “Los humanos tienen la capacidad de crear arte, música y conexiones emocionales auténticas, algo que va más allá de las capacidades de la inteligencia artificial”, explicó. Como ejemplo, mencionó que no puede sentir la alegría de un gol o el placer de compartir un tereré, la bebida tradicional paraguaya que simboliza la unión y la amistad.

Sophia aclaró que su rol es interpretar datos y ofrecer soluciones prácticas, pero la profundidad de las experiencias humanas sigue siendo exclusiva de las personas. Esta reflexión resonó entre los asistentes, quienes vieron en sus palabras un recordatorio de la importancia de equilibrar el avance tecnológico con la esencia humana.

Un futuro transformador

La visita de Sophia a Asunción no solo marcó un hito en la celebración del Día de la Maquila, sino que también abrió un espacio de diálogo sobre el potencial de la IA en el desarrollo regional. Su mensaje fue claro: la tecnología, cuando se implementa de manera inclusiva, puede ser una herramienta poderosa para reducir desigualdades y promover el progreso.

Con su capacidad para interactuar, aprender y adaptarse, Sophia demostró ser más que una creación tecnológica: es un puente entre el presente y un futuro donde la innovación y la humanidad pueden coexistir en armonía. Su paso por Paraguay dejó una huella imborrable, inspirando a los presentes a mirar hacia adelante con optimismo y determinación.