La ministra de Salud, María Teresa Barán, desestimó las conclusiones de un informe de la Superintendencia de Salud que señaló irregularidades en la habilitación de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) Neonatal del Hospital de Villarrica, inaugurada por el presidente Santiago Peña. Barán, quien admitió no haber leído el documento completo, calificó algunos de sus datos como “falsos e incongruentes”.
El informe de la Superintendencia señaló que la UTI se habilitó de manera prematura, sin garantizar su plena operatividad. Sin embargo, la ministra aseguró que la unidad estaba “legalmente habilitada” y en condiciones el día de su apertura. “Nuestro propio informe, que presentaremos la próxima semana, demostrará que la terapia estaba operativa”, afirmó Barán.
El documento de auditoría se elaboró tras la muerte de un recién nacido atendido en la UTI neonatal, que según el informe no estaba funcionando adecuadamente. Barán explicó que el bebé, Osmán, padecía hipertensión pulmonar primaria severa, una condición que requería traslado a un hospital de alta complejidad en Asunción, independientemente del estado de la UTI. “El 80% de los casos de complejidad media pueden atenderse en Villarrica, pero el 20% restante, como este, necesita mayor especialización”, detalló.
La ministra criticó específicamente algunas afirmaciones del informe, como la supuesta falta de medidas de bioseguridad. “Es falso que la manipulación sea manual; se realiza mediante un pedal”, aseguró. Además, anunció que el Ministerio de Salud responderá formalmente al informe a través de su Asesoría Jurídica la próxima semana.
Barán también cuestionó la gestión del exdirector de Redes y Servicios de Salud, Derlis León, por no involucrarse en el caso, y calificó el cierre de la UTI neonatal como una “decisión unilateral” del doctor Cristhian Matto. “León, como director, debía estar al tanto de lo que ocurría. Todos tienen responsabilidades que cumplir”, enfatizó.
