En una reciente entrevista en el programa Studio Noticias, emitido en dúplex por TVS y Studio FM 92.1, el profesor César Duba compartió una profunda reflexión sobre el estado de la educación en Paraguay, el desarrollo del potencial humano y los desafíos que enfrenta el país para alcanzar un crecimiento sostenible. Con una trayectoria que incluye la fundación del Centro Regional de Educación en Encarnación y su experiencia como docente y supervisor educativo, Duba ofreció una perspectiva crítica y esperanzadora sobre cómo la educación puede transformar a Paraguay.
La diferencia entre educación e instrucción
Dubba comenzó destacando una distinción fundamental: educación no es lo mismo que instrucción. Mientras que la instrucción implica adquirir conocimientos técnicos, la educación abarca el desarrollo integral de la persona, incluyendo valores éticos y morales. En sus palabras, “podés tener instrucción y no educación”. Esta idea se conecta con su preocupación por la falta de formación en el periodismo y otras profesiones en Paraguay, donde la ausencia de capacitación limita el desarrollo de aptitudes.
El profesor ilustró esta idea con ejemplos históricos, como Miguel Ángel, quien transformó un bloque de mármol en obras maestras, o Mozart, quien con pocas notas creó sinfonías inmortales. Estos casos reflejan cómo el desarrollo de los dones naturales, combinado con esfuerzo y curiosidad, puede generar resultados extraordinarios. Para Dubba, despertar la curiosidad en los estudiantes es clave para que descubran y desarrollen su potencial.
La educación en Paraguay: pasado y presente
Dubba rememoró los inicios del sistema educativo en Encarnación, destacando su rol en la creación del Centro Regional de Educación. En el pasado, la formación docente era rigurosa: los aspirantes debían superar un preparatorio exigente y, si fallaban, no podían continuar. La carrera de magisterio requería cinco años para obtener el título de maestro normal superior, y otros tres para alcanzar el de profesor normal superior. Este sistema, aunque estricto, fomentaba la vocación y el compromiso.
Sin embargo, el panorama actual es diferente. Dubba señaló que, aunque los contenidos educativos no han cambiado significativamente (“1 + 1 sigue siendo 2”), la calidad de la enseñanza se ha deteriorado. Los docentes ya no corrigen cuadernos con el mismo esmero, y el mal uso de la tecnología, como los celulares en el aula, distrae a los estudiantes. Además, criticó la falta de formación para aprovechar herramientas tecnológicas, como las computadoras entregadas a escuelas, que a menudo quedan subutilizadas.
El potencial de Paraguay y la deuda de la clase política
Uno de los puntos más contundentes de la entrevista fue la comparación de Paraguay con Japón, un país que, pese a no tener los recursos naturales de Paraguay, se convirtió en una potencia económica gracias a la educación y la innovación. Duba lamentó que Paraguay, con su abundancia de agua potable, energía eléctrica y tierras fértiles, no aproveche su potencial. En lugar de industrializar y agregar valor a productos como la soja, el país sigue exportando materias primas sin procesar, lo que limita la creación de empleos y perpetúa la desigualdad.
El profesor también criticó a la clase política, argumentando que la falta de preparación de muchos legisladores impide la creación de leyes efectivas. Propuso que los candidatos a cargos públicos deberían cumplir requisitos mínimos de idoneidad y demostrar un “testimonio de vida” intachable. Esta falta de preparación se refleja en negociaciones internacionales, como la del Mercosur, donde Paraguay perdió oportunidades por enviar representantes poco capacitados.
Un llamado a la acción
Dubba enfatizó que el cambio comienza con la educación y la participación ciudadana. Los padres, los docentes y los líderes religiosos tienen la responsabilidad de transmitir valores y fomentar la curiosidad en las nuevas generaciones. Asimismo, instó a los ciudadanos a no ser apáticos y a involucrarse activamente en la elección de líderes idóneos. “El elector tiene un gran compromiso: elegir el presente y el futuro de su ciudad y su país”, afirmó.
En un tono esperanzador, Dubba destacó el potencial de Paraguay para convertirse en un “gigante” si se prioriza la educación y se fomenta el desarrollo del talento humano. Ejemplos como el de un joven encarnaceno que, desde sus inicios en el comercio local, llegó a presidir el banco más grande del país, demuestran que el éxito es posible cuando se cultiva el potencial.
Conclusión
La entrevista con César Duba en Studio Noticias dejó claro que la educación es el pilar para desbloquear el potencial de Paraguay. Sus reflexiones sobre la importancia de la curiosidad, la preparación y los valores resuenan como un llamado urgente a la acción. En un país rico en recursos, pero pobre en ejecución, la educación debe ser la prioridad para construir un futuro próspero. Como dijo Duba, “todos tenemos virtudes y defectos, pero somos perfectibles”. El desafío está en asumir la responsabilidad de mejorar, tanto individual como colectivamente, para que Paraguay alcance su verdadero potencial.
