Con el inicio de la implementación del plan de modernización del sistema penal y penitenciario, se marcó un hito histórico en la justicia del país con la colocación y uso del primer dispositivo electrónico de control. Este avance, llevado a cabo el viernes pasado en la oficina de Judiciales de la Policía Nacional, se concretó luego de que el Juzgado de feria de Luque aprobara la medida cautelar en un caso de violencia familiar, confirmando la viabilidad técnica para su uso sin inconvenientes.
El imputado, quien previamente estaba recluido en el Centro Penitenciario de Emboscada Antigua, ahora pasará a cumplir arresto domiciliario en Asunción, gracias al uso de la tobillera electrónica. Este dispositivo forma parte de un esfuerzo coordinado por varias instituciones para implementar un sistema más eficiente y moderno de control penal.
Mirna Morínigo, directora de Asistencia Legislativa y Desarrollo Normativo del Ministerio de Justicia, destacó que este avance fue posible gracias al trabajo conjunto entre todas las instituciones involucradas. El protocolo y los reglamentos que regirán el uso de las tobilleras electrónicas fueron elaborados en armonía, garantizando así el cumplimiento de la ley en esta primera fase.
El proceso de implementación comenzará en la capital y se expandirá gradualmente a otras regiones del país. Según estimaciones del Ministerio del Interior, se habilitarán 20 dispositivos en esta etapa inicial, con la posibilidad de aumentar a mil unidades conforme a la demanda y las solicitudes presentadas.
El objetivo principal es ofrecer a los jueces una herramienta más efectiva al evaluar solicitudes de medidas alternativas a la prisión preventiva, lo que facilitará la implementación de estas alternativas. Para acceder a este beneficio, los solicitantes deben presentar al juzgado la ubicación donde cumplirán la medida, junto con una solicitud para la constitución de un equipo operativo encargado de evaluar la viabilidad técnica del lugar para el uso de la tobillera.
Este sistema también contempla la posibilidad de aplicar el dispositivo a personas condenadas que se encuentren en la última fase de sus penas y que cuenten con permisos de salida.
La oficina de monitoreo, ubicada en la dirección del 911, estará a cargo de un equipo de 50 efectivos policiales que trabajarán las 24 horas, los 7 días de la semana, para realizar el seguimiento de los dispositivos. Actualmente, se encuentran culminando su capacitación para este nuevo desafío.
Este avance representa un alivio significativo para el sistema penitenciario, especialmente considerando el alto número de personas en prisión preventiva a la espera de juicio. Con la implementación de las tobilleras electrónicas, se busca reducir la sobrepoblación carcelaria, ofreciendo una alternativa más eficiente y moderna en el manejo de medidas cautelares y penas.
