Don Rubén Jure, un destacado empresario y ciudadano de Encarnación, Paraguay, compartió su fascinante trayectoria en el programa Abiertamente de TVS (Canal 43 ) y Studio FM (Radio 92.1).
A través de su relato, conocemos no solo su vida personal y profesional, sino también su profundo compromiso con la comunidad y su visión sobre el desarrollo social y cultural del país. Esta es una historia de esfuerzo, resiliencia y amor por el trabajo, que inspira a generaciones.
Orígenes y Herencia de Trabajo
Don Rubén nació en 1949 en Piribebuy, hijo de un inmigrante sirio que llegó a Paraguay en 1910 con apenas 17 años. Su padre, junto a un primo, emprendió un arduo viaje desde Siria, enfrentando un mundo desconocido sin dominar el idioma español. Al llegar a Asunción el 31 de diciembre de 1910, en medio de un contexto de inestabilidad política, comenzaron a trabajar desde el primer día como vendedores ambulantes de mercerías. Este ejemplo de dedicación y tesón marcó profundamente a Don Rubén, quien creció entre mostradores y mercaderías, atendiendo a clientes con cordialidad en el negocio familiar.
Su madre, hija de libaneses nacida en Encarnación, también influyó en su conexión con esta ciudad. En 1980, Don Rubén y su esposa Margarita, con quien lleva 54 años de matrimonio, decidieron mudarse a Encarnación, atraídos por la herencia familiar y las oportunidades que ofrecía la región, especialmente con la construcción de la represa de Yacyretá.
Una Trayectoria Empresarial Innovadora
En Encarnación, Don Rubén fundó Rubens, un negocio que se convirtió en un referente del comercio de ropa bajo el lema “el centro del buen vestir”. A diferencia de su experiencia previa en Piribebuy, donde su familia manejaba un negocio de ramos generales, en Encarnación optó por especializarse en ropa de marca, atendiendo las preferencias de los encarnacenos y los compradores argentinos. La clave de su éxito fue la atención al cliente, precios justos y un establecimiento ordenado, lo que marcó una diferencia en el comercio local.
Don Rubén destaca la importancia de su esposa Margarita, hija de comerciantes, cuyo talento para elegir mercadería y entender el mercado complementa su rol administrativo. Juntos formaron una sociedad no solo conyugal, sino empresarial, que hoy involucra a sus hijas y yernos, perpetuando la tradición familiar.
Compromiso con la Comunidad: Vamos Vamos Vamos Encarnación
Uno de los legados más significativos de Don Rubén es su contribución a la educación vial y cívica a través de la campaña Vamos Vamos Vamos Encarnación. Surgida en los años 80 como una iniciativa familiar, esta campaña buscó inculcar valores de responsabilidad ciudadana mediante la publicidad. En colaboración con publicistas, empresas locales, medios de comunicación y autoridades municipales, como el intendente Lorenzo Zacarías, la campaña se expandió, involucrando a escuelas, policías de tránsito y la comunidad en Ascención.
Don Rubén resalta que el éxito de la campaña radica en la colaboración colectiva y el compromiso de jóvenes como su hijo Rubencito (fallecido prematuramente), Juan Szopa y Eduardo Florentín, quienes impulsaron el proyecto con entusiasmo.
La iniciativa, que lleva más de 30 años vigente, ha salvado “cientos o miles de vidas” al promover la educación vial desde temprana edad.
Un hito fue el premio internacional obtenido en 2020, en plena pandemia, gracias a la idea de Hugo Benítez, un agente municipal, en un concurso de una empresa española.
Reflexiones sobre la Sociedad Paraguaya
Don Rubén, con su vasta experiencia, ofrece una mirada crítica pero esperanzada sobre la sociedad paraguaya. Lamenta la pérdida de asignaturas como educación cívica y moral en las escuelas, que considera esenciales para combatir la deshonestidad y el egoísmo que aún persisten. Aboga por una educación integral que fomente la honestidad y el esfuerzo colectivo, en lugar de la crítica fácil o la difusión de mentiras.
A sus 76 años, Don Rubén sigue activo, trabajando junto a su familia y escribiendo libros que rescatan la historia paraguaya. Su obra Historia de los Paraguayos, ya agotada, ha inspirado a jóvenes en recuperación de adicciones, demostrando que el esfuerzo y la dedicación pueden transformar vidas. Actualmente, prepara un nuevo libro, El Precio de la Independencia, que promete ser una reflexión polémica sobre los logros y desafíos del Paraguay.
Un Mensaje para las Nuevas Generaciones
El mensaje final de Don Rubén es claro: “Sin esfuerzo no se logra nada”. Inspirado por la historia de su padre, anima a los jóvenes a ser protagonistas activos de sus vidas, a valorar el don de la vida y a contribuir al bienestar colectivo. Su vida es un testimonio de que, a pesar de las adversidades —como la pérdida de sus tres hijos varones o los desafíos de la pandemia—, la fe, el trabajo y la solidaridad permiten salir adelante.
Un Legado que Inspira
Don Rubén Jure es más que un empresario; es un símbolo de la resiliencia y el compromiso con su comunidad. Su historia, contada con emoción y humildad, no solo enriquece el conocimiento sobre Encarnación, sino que motiva a quienes lo escuchan a trabajar con pasión y a construir un futuro mejor. Como dijo un televidente, Don Rubén es “una enciclopedia de nuestra ciudad”, y su legado seguirá inspirando a las generaciones venideras.
