Cada 8 de marzo, el mundo se une para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, una fecha dedicada a honrar los logros de las mujeres en todos los ámbitos y a promover la igualdad de género. Este día no solo celebra los avances alcanzados, sino que también pone el foco en los desafíos pendientes, como la brecha salarial —donde las mujeres ganan un 23% menos que los hombres a nivel global— y la persistente subrepresentación en posiciones de liderazgo. En este 2025, con el tema “Para todas las mujeres y chicas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento”, la atención se centra en las jóvenes como agentes clave del cambio, en un momento histórico que marca el 30.º aniversario de la Declaración de Beijing, un hito en la lucha por los derechos de las mujeres.
¿Qué es y por qué se celebra el 8 de marzo?
El Día Internacional de la Mujer es mucho más que una efeméride: es un recordatorio de la lucha histórica por los derechos de las mujeres y un espacio para reflexionar sobre el camino hacia la equidad. Sus orígenes se remontan a los movimientos laborales y feministas de principios del siglo XX. En 1909, el Partido Socialista de América organizó un primer “Día de la Mujer” en Nueva York, pero fue en 1910 cuando Clara Zetkin, líder socialista alemana, propuso formalmente su internacionalización durante una conferencia en Copenhague. La idea cobró fuerza, y en 1911 más de un millón de personas en Europa marcharon por el sufragio femenino y mejores condiciones laborales.
La fecha del 8 de marzo se consolidó en 1917, cuando mujeres trabajadoras textiles de San Petersburgo iniciaron una huelga exigiendo “pan y paz” en plena Revolución Rusa, un evento que desencadenó cambios políticos históricos. Décadas después, en 1975, la ONU lo reconoció oficialmente como parte del Año Internacional de la Mujer, y en 1977 lo formalizó como el Día de los Derechos de las Mujeres y la Paz Internacional. Hoy, es una plataforma para visibilizar desigualdades estructurales: según la ONU, las mujeres dedican tres veces más tiempo que los hombres a tareas domésticas no remuneradas, una realidad que sigue limitando su desarrollo pleno.
Un tema para 2025: Empoderamiento y futuro
Este año, el lema “Para todas las mujeres y chicas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento” resalta la importancia de empoderar a las nuevas generaciones. La ONU subraya que las jóvenes y adolescentes son esenciales para acelerar el progreso hacia la igualdad, un mensaje oportuno en el contexto del 30.º aniversario de la Declaración de Beijing, adoptada en 1995 como un plan global para los derechos de las mujeres. Sin embargo, los datos actuales muestran que el camino es largo: a este ritmo, tomará 286 años cerrar las brechas en protección legal y 140 años lograr paridad en liderazgo laboral, según estimaciones de Naciones Unidas.
Desafíos persistentes en un mundo desigual
A pesar de los avances, la igualdad de género sigue siendo esquiva. La brecha salarial del 23% global es solo una de las muchas barreras. La violencia de género, exacerbada durante la pandemia de COVID-19, y la subrepresentación en parlamentos y juntas directivas son problemas que persisten. En 2024, un tercio de los países no han avanzado hacia la igualdad desde 2015, y algunos, como Afganistán y Venezuela, han retrocedido, según Focus 2030. En este escenario, el Día Internacional de la Mujer no solo celebra, sino que también exige acción.
Un llamado a la reflexión y la acción
El 8 de marzo de 2025 es una oportunidad para reconocer el legado de figuras como Clara Zetkin y las trabajadoras rusas de 1917, pero también para mirar hacia adelante. Es un día para celebrar los logros —desde el voto femenino hasta los avances en ciencia y política— y para comprometerse con un futuro donde todas las mujeres y chicas puedan ejercer plenamente sus derechos. En palabras de la ONU, “la igualdad de género es el mayor desafío de derechos humanos de nuestro tiempo”. Hoy, más que nunca, esa lucha sigue vigente.
