Una auditoría realizada al Hospital Regional de Villarrica tras la muerte de un bebé por deficiencias de infraestructura determinó que la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal, inaugurada por el presidente Santiago Peña, fue habilitada de manera apresurada y sin cumplir con los requisitos normativos.
El informe señala que la habilitación, realizada el 20 de febrero, coincidió con la inauguración oficial y se llevó a cabo con verificaciones rápidas en un plazo de 24 horas, lo que sugiere una planificación deficiente. “La celeridad en el proceso podría haber comprometido la objetividad técnica de la habilitación”, indica el documento.
La auditoría concluye que la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal no cumplía con los requisitos legales para su funcionamiento, carecía de inscripción en el Registro Nacional de Entidades Prestadoras de Servicio de Salud y presentaba una habilitación prematura sin garantía de operatividad. Esto representa una violación al marco regulatorio supervisado por la Superintendencia de Salud.
Además, se identificó una “desarticulación funcional” en el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, evidenciada por la falta de comunicación formal entre la Dirección General de Redes y Servicios y otras instancias sobre la habilitación, operación y cierre de la unidad. Esto refleja debilidades en la gobernanza y la coordinación institucional.
En el caso del bebé fallecido, la auditoría destaca que la UTI Neonatal no estaba operativa, lo que forzó una derivación urgente. El informe apunta a una “falta de planificación, ausencia de protocolos operativos y debilidades en la gestión institucional”. Asimismo, el Sistema de Emergencias Médicas (SEME) mostró demoras evitables, problemas logísticos y falta de coordinación.
Senadora responsabiliza al Ministerio de Salud
La senadora opositora Esperanza Martínez atribuyó la responsabilidad al Ministerio de Salud, liderado por la ministra María Teresa Barán. “No se trata de un error médico, sino de una falla institucional. El Ministerio no garantizó un servicio que afirmó tener, engañando a la ciudadanía y a una familia con un bebé en riesgo”, afirmó.
Martínez, exministra de Salud durante el gobierno de Fernando Lugo, criticó que la ministra Barán asegurara en el Congreso que la unidad estaba habilitada y en orden, cuando en realidad fue cerrada días después de su apertura y nunca estuvo operativa. “El Ministerio debe asumir la responsabilidad por la muerte de este niño, y el presidente debe reemplazar al equipo responsable de este acto de propaganda política que no fue una política pública efectiva”, concluyó.

Fuente: UH