Los habitantes de la Calle E, entre las calles 4 y 5, en la compañía Federico Chávez de Capitán Miranda, han alzado su voz de protesta ante el deplorable estado del camino que ha sido objeto de años de abandono por parte de las autoridades locales. Esta situación no solo afecta a los residentes de Capitán Miranda, sino que también impacta a la comunidad de San Antonio en Trinidad, dado que la mencionada Calle E sirve como frontera interdistrital.
Según denuncias de los pobladores, el mal estado del camino ha llevado a que queden completamente aislados, especialmente durante los días de lluvia. Para acceder a servicios básicos como salud y educación, se ven obligados a movilizarse a pie debido a las secciones intransitables de la vía. “Los niños no pueden llegar a la escuela y las familias tienen dificultades para acceder a la Unidad de Salud Familiar más cercana”, afirmó Karina Menelik, miembro de la comisión vecinal.
La comunidad también ha construido un precario puente de madera por su cuenta, debido a la falta de respuesta de las autoridades. Los pobladores reportan que quienes poseen vehículos sufren constantes averías por el mal estado del camino, lo que agrava aún más su situación.
Pese a haber enviado varias notas a las municipalidades de Trinidad y Capitán Miranda, la respuesta ha sido insuficiente. “Solo responden con excusas”, sostiene Menelik, quien asegura que no han logrado ser recibidos por las autoridades de Capitán Miranda. En Trinidad, la respuesta indica que dependen de la disponibilidad de maquinaria del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para atender el problema.
El alcalde de Trinidad, Isaac Aguilar, ha manifestado que están en conversaciones con su par de Capitán Miranda, Luciano Becker, para coordinar acciones conjuntas y mejorar los caminos. La necesidad de una intervención rápida se hace aún más urgente ante la proximidad de eventos internacionales que se celebrarán en la Misión Jesuítica Guaraní de Trinidad, como el World Rally Championship (WCR).
Aguilar ha reconocido la carencia de recursos en ambas municipalidades y la dependencia de otras instituciones, como el MOPC y la Gobernación, para realizar las intervenciones necesarias en los caminos vecinales. Los habitantes de ambas comunidades esperan una respuesta positiva por parte de las autoridades, no solo para mejorar su calidad de vida, sino también para asegurar que sus localidades estén preparadas para los eventos de relevancia internacional que se avecinan.