Una fuga masiva sacudió la cárcel de máxima seguridad de Minga Guazú en la noche del 26 de marzo, cuando ocho reclusos lograron escapar aprovechando un descuido de los guardias penitenciarios. Horas después, en la madrugada del 27 de marzo, la Policía Nacional recapturó a uno de los fugados, mientras que cuatro guardias fueron detenidos por su presunta negligencia en el incidente que ha puesto en alerta a la región.
El momento de la fuga
El escape ocurrió durante el horario asignado para que los presas tomaran aire y sol, entre las 18:00 y las 20:00 horas. Según las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia, los reclusos salieron de su celda a las 19:18 y, en tan solo cuatro minutos, a las 19:22, ya habían trepado la muralla perimetral de la penitenciaría. La rápida ejecución del plan sorprendió a las autoridades, quienes tardaron en reaccionar: el Sistema 911 recibió el primer reporte a las 20:24, más de una hora después de iniciada la fuga.
El comisario Osvaldo René Osorio, jefe de la Comisaría 8ª local, explicó que la escapada fue posible debido a un error humano: uno de los guardias olvidó asegurar con candado la puerta de la celda, permitiendo a los reclusos acceder al patio y escalar la muralla. «Estos sujetos son de alta peligrosidad y solo tienen dos horas al día fuera de su celda. En ese lapso ocurrió todo», relató el comisario.
El guardia encargado del monitoreo de las cámaras, un joven de 23 años, admitió haber estado distraído limpiando sus anteojos y revisando su celular, lo que impidió una alerta temprana. Este fallo en el protocolo de seguridad facilitó que los ocho presos, varios de ellos con antecedentes graves, lograran su objetivo inicial de huir.
La Recaptura de Fredy González Delvalle
En la madrugada del 27 de marzo, la Policía Nacional logró un avance significativo al recapturar a uno de los fugados, identificado como Fredy González Delvalle, de 31 años. El reo, presunto miembro del Primer Comando Capital (PCC) y con antecedentes por robo y homicidio, fue encontrado oculto en una plantación de mandioca a unos 200 metros de la cárcel. Su captura no fue resultado de una persecución directa, sino de un accidente: al trepar y caer de la muralla durante la fuga, González Delvalle sufrió una fractura en la pierna que le impidió seguir huyendo.
«El dolor lo hizo gritar, y un perro de un vecino empezó a ladrar. Eso nos guió hasta él», detalló el comisario Osorio. González Delvalle confesó que otros cuatro fugados estaban con él en ese momento, pero lograron escapar al notar la presencia policial. Desde entonces, las autoridades han intensificado los rastrillajes en la zona boscosa y despoblada que rodea la penitenciaría, enfocándose en puntos sensibles para dar con los siete reclusos restantes.
Guardias Detenidos por Negligencia
El incidente no solo expuso vulnerabilidades en la seguridad de la cárcel, sino que también derivó en consecuencias inmediatas para el personal penitenciario. Cuatro guardias fueron detenidos por su presunta responsabilidad en la fuga. A continuación, la lista de los involucrados:
Juan Carlos López (23 años) – Encargado del monitoreo de cámaras. Admitió estar distraído con su celular y limpiando sus anteojos durante el escape, lo que impidió detectar la fuga a tiempo.
Mario Alberto Fernández (25 años) – Guardia que olvidó asegurar la puerta de la celda con candado, permitiendo que los reclusos salieran al patio.
Luis David Ramírez (24 años) – Guardia de turno en el sector del patio, quien no reportó movimientos sospechosos.
Rodrigo Esteban Gómez (26 años) – Supervisor de turno, acusado de no coordinar adecuadamente las acciones del personal.
Los cuatro fueron aprehendidos y puestos a disposición de las autoridades judiciales para investigar su grado de responsabilidad. La juventud de los guardias, todos menores de 27 años, ha levantado preguntas sobre la capacitación y experiencia del personal asignado a una cárcel de máxima seguridad.
Los Fugados: Una Amenaza Latente
Siete de los ocho reclusos permanecen prófugos, y sus perfiles criminales se mantienen en vilo a la población de Alto Paraná. Entre ellos destacan:
Blas Pablo Melgarejo Benítez , alias «Chopalé», líder de una banda dedicada al robo de celulares de alta gama en Ciudad del Este.
Wilson Darío Rotela Coronel , acusado de asesinar a un oficial de policía en junio de 2022 en un local comercial.
Marcio Quadra Caetano , sospechoso del homicidio del colono brasileño Edson Luiz Rosso en 2016.
Derlis Ramón Giménez , implicado en el degüello de una mujer en Caaguazú durante un robo.
Fernando Aquino, Anderson Quero y Juan Insfrán , cuyos antecedentes específicos aún no han sido detallados por las autoridades.
Reacciones y perspectivas
La fuga ha generado críticas hacia la gestión penitenciaria y ha puesto en evidencia la necesidad de reformas en los protocolos de seguridad. Mientras tanto, la recaptura de González Delvalle ofrece un alivio parcial, pero el peligro persiste con siete reclusos de alta peligrosidad en libertad. “Estamos trabajando sin descanso en un área boscosa y oscura, pero no vamos a parar hasta localizarlos”, afirmó el comisario Osorio.
Este episodio, que comenzó con un descubierto y escaló a una crisis de seguridad, mantendrá a las autoridades ya la comunidad en alerta hasta que los fugados sean localizados y la responsabilidad de los involucrados quede plenamente esclarecida.
