Con la llegada del verano y la alta afluencia de turistas, la ciudad veraniega de San Bernardino se prepara para afrontar una mayor demanda en sus servicios de salud. Un equipo periodístico recorrió el centro de salud de la ciudad para constatar si está equipado con la infraestructura y personal médico necesario para dar respuesta a las necesidades de los miles de visitantes que arriban cada temporada.
Un centro de salud con falencias críticas
La doctora Pamela Aponte, quien está a cargo de la atención durante los sábados, explicó que actualmente el centro de salud cuenta con médicos disponibles las 24 horas del día. Sin embargo, a pesar de contar con un equipo médico completo en cuanto a turnos, la infraestructura presenta limitaciones graves. «Ahora mismo estamos completos, tenemos médicos las 24 horas acá en el centro de salud, tenemos los medicamentos, gracias a Dios, todo completo», expresó Aponte, pero las camillas disponibles en el sector de urgencias son solo tres, lo cual representa un serio cuello de botella ante un aumento de la demanda de atención.
Aunque el centro está preparado para brindar atención primaria y emergencias básicas, cuando los casos son graves o complejos, los pacientes deben ser derivados al Hospital de Caacupé o a Emergencias Médicas en Asunción, lo que genera una sobrecarga en estos hospitales y una demora en la atención, especialmente considerando la alta demanda durante la temporada veraniega.
Ambulancias insuficientes y personal limitado
El centro de salud cuenta con dos ambulancias, una propia y otra del SEME (Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias), pero hay una falencia crítica: no hay un profesional médico disponible de manera íntegra para asistir en la ambulancia. En caso de una emergencia, uno de los licenciados debe abandonar su puesto en el centro para acompañar al paciente, lo que reduce el personal disponible en las instalaciones médicas, dejando aún más expuesto el servicio de urgencias.
Además, aunque la ambulancia del SEME se espera para reforzar la cobertura, su ausencia al momento de la visita pone de relieve la falta de preparación en recursos y la dependencia de servicios externos, lo que no siempre garantiza una respuesta rápida y eficiente.
Pediatría y laboratorio: servicios deficientes
El centro de salud no tiene servicio de laboratorio, lo que obliga a los pacientes a dirigirse a establecimientos privados para realizarse análisis médicos. Este déficit se agrava durante la temporada alta, cuando los turistas aumentan la demanda de atención médica urgente.
En cuanto a la atención pediátrica, la doctora Aponte, especialista en medicina familiar, debe encargarse de los niños en casos de urgencia, lo que pone en evidencia una falta de especialistas dedicados exclusivamente a la pediatría. Aunque se menciona la disponibilidad de un pediatra durante la semana, la carencia de un profesional fijo en esta área durante el fin de semana es una falencia importante para una ciudad que recibe miles de visitantes.
Conclusión: Falencias que ponen en riesgo la atención
Si bien el centro de salud de San Bernardino se esfuerza por estar preparado ante la alta demanda veraniega, las falencias son claras y preocupantes. La falta de infraestructura adecuada, con solo tres camillas en el sector de urgencias; la insuficiencia de ambulancias con personal médico adecuado; y la carencia de servicios de laboratorio y pediatría fijos, muestran que el sistema sanitario no está completamente preparado para enfrentar los retos que trae consigo la temporada de verano.
La sobrecarga de pacientes durante los fines de semana y la dependencia de recursos externos, como las derivaciones a hospitales lejanos y el uso de ambulancias no siempre disponibles, podrían comprometer la calidad de atención ante emergencias graves. Por lo tanto, será fundamental que las autoridades locales tomen medidas para mejorar la infraestructura, aumentar el personal y garantizar una cobertura médica adecuada para los miles de turistas que visitan San Bernardino cada año.
fuente: UH
