Científicos trabajan en explicar el equilibrio de la materia y la antimateria, tras lo sucedido en la Estación Espacial Internacional.
Desde 2011 la Estación Espacial Internacional está equipada con el Espectrómetro Magnético Alfa (AMS-02), un instrumento capaz de detectar más de 200 mil millones de eventos de rayos cósmicos. Lo usual, en este sentido, es que se encuentren partículas “corrientes” lanzadas a través de enormes distancias espaciales. No obstante, informes inéditos sugieren que diez de ellas eran cualquier cosa menos típicas. Es más, parece ser que la Estación Espacial Internacional acaba de cruzarse en el camino de la antimateria.
Para esto, tengamos en cuenta que cada partícula fundamental de la materia «ordinaria», como los electrones, los neutrinos y los quarks, tiene una contrapartida con las mismas características, pero con carga opuesta, es decir, una antipartícula.
El suceso que estamos reportando fue estudiado por científicos del Instituto Perimeter de Física Teórica (Canadá) y de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos). La publicación del artículo correspondiente a la investigación está en la revista Physical Review D.
Un misterios tras otro
Los científicos ven con intriga el equilibrio de la materia y la antimateria primordiales, pues el hecho de que el Universo consista en mucho más que un resplandor de radiación electromagnética en expansión sugiere que hay algo que no acabamos de entender sobre esa relación.
El caso es que, hasta ahora, los modelos teóricos apuestan a que las antipartículas debieron haber salido disparadas del mismo Big Bang, más o menos, en similar cantidad a la de la materia común. Sin embargo, la antimateria, en su mayoría, pudo quedar anulada en una ráfaga de rayos gamma.
Los expertos trabajan en nuevas teorías que puedan explicar la misteriosa detección de partículas de antimateria. Podría ser, tal vez, que algo en el Universo esté desarrollando estos pequeños objetos y, de ser así, estaríamos ante algo completamente desconocido.
fuente: NG