CONTROLAN FUGA DE AMONÍACO EN FRIGORÍFICO DE SAN ANTONIO: UNA TUBERÍA OBSTRUIDA POR CUERO FUE LA CAUSA

Una fuga de amoníaco en el frigorífico Minerva Foods, ubicado en San Antonio, fue controlada este viernes, según informaron las autoridades locales. El incidente, que generó preocupación por la salud de los trabajadores y el impacto ambiental, tuvo como origen un imprevisto en una de las tuberías de la planta. Katherine Saldívar, directora de Salubridad de la Municipalidad de San Antonio, confirmó que “fue una fuga de amoníaco en pequeñas proporciones” y explicó que la causa fue “un pedazo de cuero que obstruyó una tubería, provocando que el amoníaco se expandiera en un lugar abierto”.

El episodio activó de inmediato los protocolos de emergencia. Las autoridades priorizaron el monitoreo de los síntomas de los trabajadores expuestos al químico, lo que retrasó su liberación mientras se evaluaba su estado de salud. Según un informe preliminar, al menos 40 empleados fueron derivados al Instituto de Previsión Social (IPS) de San Antonio. De estos, 10 requirieron traslado al Hospital Ingavi ya la Clínica 12 de Junio ​​debido a la gravedad de sus síntomas de intoxicación. Las autoridades solicitaron al IPS un informe detallado sobre el número exacto de afectados y su evolución médica.

Por su parte, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) desplegó un equipo de fiscalizadores para inspeccionar la zona afectada. El objetivo es evaluar el cumplimiento del Plan de Gestión Ambiental del frigorífico y determinar si el incidente tuvo impactos en los recursos naturales del entorno.

Respuesta de Minerva Foods

Minerva Foods, empresa propietaria del frigorífico, emitió un comunicado en el que aseguraba que la fuga estaba “totalmente controlada” tras la activación inmediata de su protocolo de emergencia. La compañía confirmó que los trabajadores intoxicados fueron trasladados a centros médicos, aunque no precisó la cantidad ni el estado de salud de los afectados. “Para garantizar la seguridad de nuestros colaboradores, las operaciones solo serán reanudadas después de la inspección y autorización de las autoridades locales”, señaló la empresa en su escrito.

Antecedentes y medidas

El incidente recuerda la vulnerabilidad de este tipo de instalaciones ante fallos inesperados. La obstrucción de una tubería por un material como el cuero, aunque parece un hecho menor, puso en evidencia la necesidad de reforzar los controles internos en la planta. Mientras tanto, los organismos municipales y nacionales continúan supervisando la situación para evitar riesgos adicionales.

Este suceso, ocurrido en una fecha que coincide con el cierre del mes de febrero, mantiene en alerta a la comunidad de San Antonio, que espera claridad sobre las consecuencias a corto y largo plazo. Por ahora, la prioridad sigue siendo la salud de los trabajadores y la seguridad ambiental en la zona.