BRUTAL ATAQUE DE PITBULLS A VECINO DE BARRIO SAN FRANCISCO: EXIGE JUSTICIA Y MEDIDAS PREVENTIVAS

Un brutal ataque de perros ocurrió en el barrio San Francisco de Encarnación cuando César Céspedes, un trabajador municipal, regresaba a su hogar tras una jornada laboral. Al no haber transporte público disponible, debió caminar y, al cruzar frente a una vivienda, fue atacado por tres perros: dos de raza pitbull y otro de gran agresividad.

Uno de los pitbulls lo embistió violentamente, derribándolo al suelo, mientras el otro le mordía el brazo con fuerza. Durante varios minutos, luchó desesperadamente por liberarse mientras los animales se aferraban a su extremidad. En medio del caos, otro perro más pequeño apareció en el lugar y distrajo a los agresores, lo que permitió que Céspedes lograra zafarse momentáneamente. Para defenderse, tuvo que morder al pitbull que lo sujetaba, logrando que finalmente lo soltara.

Según relató la víctima, uno de los perros lo derribó mientras otro se aferró violentamente a su brazo. «Me sujetó con tanta fuerza que no me soltaba, tuve que agarrarlo del cuello para evitar que me mordiera en la cara y en el cuello», expresó Céspedes, quien llegó a temer por su vida.

El ataque duró varios minutos hasta que una vecina escuchó los gritos de auxilio y alertó a más personas, quienes se aglomeraron en el lugar. Sin embargo, los propietarios de los perros no reaccionaron de inmediato para contener a los animales. Un pequeño perro del vecindario intervino y atrajo la atención de los agresores, lo que permitió que la víctima se liberara parcialmente.

Céspedes sufrió graves heridas en el brazo, incluyendo desgarros profundos que dejaron expuestos músculos y tejidos. Fue trasladado de urgencia al hospital gracias a la intervención de agentes del Grupo Lince, ya que, según denunciaron los vecinos, la Policía local inicialmente se negó a asistir alegando falta de combustible en sus patrulleras.

El propietario de los perros, al llegar al lugar, intentó minimizar la gravedad del hecho. No obstante, tras la presión de los vecinos, aseguró que asumiría los gastos médicos y evaluaría trasladar a los canes a otro sitio.

La comunidad teme que un hecho similar pueda repetirse, con consecuencias fatales, especialmente si la víctima llegara a ser un menor de edad. Céspedes presentó una denuncia formal y ya cuenta con un equipo legal que está siguiendo el caso para exigir responsabilidades.

Este lamentable incidente reaviva el debate sobre la tenencia responsable de mascotas, especialmente de razas potencialmente peligrosas, y la necesidad de normativas más estrictas para evitar que situaciones como esta vuelvan a ocurrir.

La Policía y las autoridades pertinentes han sido instadas a actuar con mayor diligencia en casos de ataques de animales y a garantizar la seguridad de los ciudadanos en sus propios barrios.