La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados en el mundo y Paraguay no es la excepción. De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), alrededor de 800.000 empleos en el país estarán expuestos a tecnologías de IA durante este 2025. La cifra podría ascender a 1,4 millones de puestos en la próxima década, advirtió la organización.
El impacto de la IA en el mercado laboral es parte de una tendencia global que también afectará profundamente a América Latina. Según estimaciones del BID, en toda la región, unos 84 millones de empleos estarán expuestos este año, aumentando a 114 millones en cinco años y 132 millones en diez.
Adaptación, no reemplazo
Alonso Chaverri Suárez, representante del BID en Paraguay, explicó durante un evento de la Cámara de Empresas Maquiladoras del Paraguay (Cemap) que la exposición no implica necesariamente la eliminación de puestos de trabajo. “Hablamos de exposición y no de reemplazo. Exponerse es adaptarse”, subrayó.
Chaverri señaló que el BID trabaja para consolidar el uso responsable de la IA en la región, utilizando datos como los del Índice Generado por IA de Exposición Ocupacional (GENOE), una herramienta que permite medir qué ocupaciones están más expuestas a la automatización y orientar estrategias de modernización laboral.
Sectores y trabajadores más vulnerables
El análisis del BID identifica que los sectores de soporte administrativo y de oficina, producción y ventas son los más expuestos a la automatización por IA. En contraste, las ocupaciones vinculadas a servicios sociales y comunitarios, cuidado de la salud y educación presentan una menor exposición debido a la complejidad de las tareas físicas y la necesidad de interacción humana directa.
Además, el impacto de la IA no afectará a todos por igual: los trabajadores con menores niveles educativos y de ingresos bajos son los más vulnerables. También se observó que las mujeres estarán más expuestas que los hombres, debido a su alta representación en ocupaciones administrativas y de servicios.
Llamado a la acción: educación y habilidades
Eric Parrado, economista jefe del BID, destacó que tanto el sector público como el privado deben actuar rápidamente. Propuso invertir en programas de educación y recapacitación que fomenten habilidades complementarias a la IA, como el pensamiento crítico, la creatividad y la inteligencia emocional.
“El uso del índice GENOE puede ayudar a desarrollar políticas específicas para apoyar a los trabajadores en ocupaciones de alta exposición y así reducir los costos sociales de la transición tecnológica”, afirmó Parrado.
Un futuro inevitable
La expansión de la inteligencia artificial promete aumentar la productividad y estimular el crecimiento económico, pero también plantea el desafío de preparar a la fuerza laboral para un nuevo escenario.
El BID insiste en que el éxito de esta transformación dependerá de una adopción responsable de la tecnología, así como de estrategias de adaptación laboral que incluyan a todos los sectores de la sociedad.
