En una reciente conferencia de prensa, Andrés Morel, concejal municipal de Encarnación, destacó los graves problemas derivados de la tercerización en la recolección de basura en la ciudad. En su intervención, Morel expuso que el cobro de tarifas excesivas por parte de la empresa encargada de la disposición final de residuos ha generado un efecto colateral en los barrios, como la proliferación de mini-vertedores, lugares donde los vecinos optan por arrojar su basura de manera ilegal debido a los altos costos que deben afrontar.
El concejal explicó que, aunque ya se habían anticipado las consecuencias de esta medida, la situación ha empeorado con la implementación de tarifas de hasta 165,000 guaraníes por tonelada. En su testimonio, relató cómo un ciudadano pagó hasta 1,170,000 guaraníes por un camión de basura, mientras que otro contrató un contenedor cuya disposición final le costó 567,000 guaraníes. Estos precios, según Morel, resultan ser prohibitivos para la mayoría de los habitantes de Encarnación.
Morel también cuestionó la eficacia de la empresa privada encargada de la recolección de residuos. Recordó que en su época, el municipio contaba con equipos nuevos y suficientes para resolver el problema del vertedero. Sin embargo, el actual contrato de tercerización no ha mostrado resultados satisfactorios, ya que, según el concejal, la empresa no ha logrado solucionar la crisis en menos de un mes, a pesar de contar con maquinaria usada.
El concejal sugirió que, en lugar de cobrar por tonelada, sería más justo establecer tarifas por unidad, como 30,000 guaraníes para una camioneta, 100,000 guaraníes para camiones y entre 200,000 y 300,000 guaraníes para contenedores. De esta manera, propuso, se podría facilitar el acceso a la disposición final de basura para los ciudadanos y evitar la proliferación de basurales clandestinos.
Además, Morel expresó su preocupación por el hecho de que, a pesar de la tercerización, la municipalidad sigue realizando tareas de recolección de basura en ciertos sectores donde la empresa privada no es rentable. En su opinión, esto crea una disparidad en el servicio, donde el municipio asume los costos sin obtener los beneficios, mientras que la empresa privada sigue maximizando sus ganancias.
El concejal advirtió que, si no se toman medidas inmediatas, la situación podría agravarse aún más en los próximos meses, dejando a la municipalidad con menos recursos para abordar el problema y beneficiando principalmente a la empresa privada, que se quedaría con las ganancias. En este contexto, la comunidad se enfrenta a una creciente crisis de gestión de residuos que amenaza la calidad de vida en los barrios de Encarnación.
