El Fiscal Enrique Fornerón, en colaboración con agentes del Departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional, llevó a cabo una operación crucial en la Reserva San Rafael, que implicó la erradicación de una extensa plantación de marihuana. Se estima que se destruyeron aproximadamente 15 hectáreas de cultivos de esta planta prohibida.
Además de esta acción, se desmantelaron dos campamentos utilizados por los traficantes y se procedió a la incineración de más de 10.000 kilogramos de marihuana que se encontraban en proceso de secado.
Los involucrados en la operación calculan que las pérdidas para el grupo narcotraficante ascienden a alrededor de 1.000 millones de guaraníes. Este importante golpe contra el narcotráfico representa un paso significativo en la lucha contra el crimen organizado en la región.