El asesinato del teniente coronel Guillermo Moral Centurión, de 44 años, estremeció a Asunción y desató una ola de críticas contra el avance del crimen organizado en Paraguay. Moral, militar y estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), fue ejecutado a tiros por dos sicarios en motocicleta cerca de la Facultad de Derecho, en una clara muestra de la audacia de la delincuencia.
El uniformado, quien cursaba el décimo semestre de Derecho, había denunciado previamente un intento de soborno para introducir un celular en la cárcel militar de Viñas Cué, destinado al narcotraficante Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, implicado en el caso A Ultranza PY. Este acto de integridad parece haber sellado su destino.
Reacciones políticas: “La mafia está en el poder”
El crimen generó fuertes pronunciamientos de legisladores, quienes apuntaron a la infiltración del crimen organizado en las estructuras del poder. La senadora Esperanza Martínez fue contundente: “No es solo incapacidad. La mafia está en el poder, silenciando voces y priorizando el control sobre la seguridad ciudadana”, escribió en sus redes sociales.
El diputado Raúl Benítez también alzó la voz: “El mensaje de la mafia es claro: ‘plata o plomo’. Mientras el ministro del Interior, Enrique Riera, y la policía se dedican a espiar a jóvenes manifestantes, un sicariato ocurre en plena capital frente a una facultad”.
Por su parte, el senador Rafael Filizzola calificó el hecho como “una realidad cada vez más preocupante”. Subrayó que el crimen organizado actúa con impunidad contra quienes se resisten a sus presiones, y lo catalogó como “muy grave”.
La diputada Rocío Vallejo expresó su indignación en un comunicado: “Sicarios que comercian con la vida asesinaron a un militar que enfrentó la corrupción y honró su uniforme, creyendo que el Estado lo protegería”. Advirtió que la impunidad de este crimen evidenciaría no solo ineficiencia, sino también complicidad del gobierno con los criminales.
Respuesta oficial
El único pronunciamiento desde el Poder Ejecutivo vino del vicepresidente Pedro Alliana, quien asumió temporalmente la presidencia debido al viaje del presidente Santiago Peña a Brasil. Alliana condenó el “brutal acto de sicariato” y aseguró haber ordenado a las fuerzas de seguridad una “respuesta contundente” para capturar a los responsables y esclarecer el crimen.
Las Fuerzas Militares, en una conferencia de prensa este viernes, repudiaron el atentado y afirmaron que no tenían información previa sobre amenazas contra Moral.
Un país bajo amenaza
El asesinato de Guillermo Moral no solo enluta a las Fuerzas Armadas y a la comunidad académica, sino que pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en Paraguay. La narcopolítica y el crimen organizado parecen ganar terreno, mientras las autoridades enfrentan críticas por su aparente incapacidad para frenar esta escalada de violencia.

Fuente: UH














