Integrantes de la barra denominada Pandilla Encarnación organizaron un emotivo agasajo para los niños del barrio, con el objetivo de transmitir un mensaje positivo a la comunidad y demostrar que no todo lo relacionado a una barra brava está ligado a la violencia o a la delincuencia.
El encuentro, realizado a puro pulmón gracias a la colaboración de vecinos y amigos, reunió a decenas de niños y jóvenes que disfrutaron de juegos, panchos, gaseosas y otras sorpresas en un ambiente festivo e inclusivo.
“Queremos que la gente vea que también tenemos un lado bueno, que apoyamos a los niños y a la comunidad. No hay discriminación, acá no hay colores, esto es para todos”, expreso Javier Ayala uno de los organizadores
La Pandilla Encarnación nació en 2011 como una facción de la hinchada de la barra 79, y desde entonces ha ido sumando integrantes a lo largo de los años. Sus miembros explicaron que manejan un código de lealtad basado en la identidad y el acompañamiento incondicional al club, pero que también desean fortalecer su rol social en los barrios.
“Muchas veces se nos asocia solo a la violencia, pero en la barra hay de todo: doctores, abogados, trabajadores y sobre todo gente buena. Queremos mostrar que también podemos hacer cosas valiosas, como este agasajo en el Día del Niño”, subrayaron.
Los organizadores adelantaron que este es el primer año de la iniciativa, pero proyectan seguir realizando actividades similares cada año, con la esperanza de que cada vez sean más grandes e inclusivas.



















