Con la restricción puesta por parte de autoridades del Hospital Regional de Encarnación, donde prohibieron la presencia de vendedores ambulantes en el sector. Los afectados solicitan ayuda a las autoridades, ya que han quedado sin el sustento diario y la situación cada vez se vuelve más crítica.

La pregunta que surge a partir de ahora, es qué actividades realizarán ya que es el único trabajo con el que cuentan, además deben pagar el estudio a sus hijos y mantener el hogar, según denunciaron los afectados.
Unos 32 vendedores son quienes solicitan por lo menos víveres para poder aguantar esta situación adversa. Los mismos por su parte, alegan que los alimentos son higiénicos y creen que pese a la pandemia podrían estar ofertando sus productos en el lugar.