En la fecha (2 de febrero), se conmemora 30 años de la caída del régimen dictatorial del General Alfredo Stroessner, quien gobernó nuestro país por 35 años y fue derrocado por su consuegro, el General Andrés Rodríguez, el 2 de febrero de 1989.
El derrocamiento de Stroessner, supuso el fin del gobierno autoritario más prolongado de la historia Independiente de la Republica del Paraguay (34 años, 5 meses y 19 días). El dictador tenía 76 años en el momento del golpe.
Los hechos que desencadenaron en la operación militar llevada a cabo en el verano del 89, fue articulado por los mismos organismos que sostuvieron al gobierno autoritario, tanto el Partido Colorado, su partido de gobierno y las Fuerzas Armadas.
El levantamiento militar derrocó al dictador y devolvió la democracia al Paraguay, estos fueron los hechos que ocurrieron en la noche del 2 de febrero de aquel año, cuando la Caballería sorprendió a Stroessner.
Los protagonistas de aquella gesta, afirmaron que la operación se llamaba 33, porque debía realizarse el 3 de febrero a las 3 de la mañana, sin embargo, el plan tuvo que adelantarse para el 2 de febrero.
La idea era secuestrar al dictador y hacerle dimitir sin enfrentar militarmente a los leales; fue así que el operativo dirigido por el General Rodríguez, consuegro de Stroessner, arrancó antes de las 20:00 ante la información de que el dictador se encontraba en la casa de su amante, Ñata Legal.
En la tarde de aquel 2 de febrero, Stroessner hacía su vida normalmente, visitó en su casa a su amigo el Coronel Feliciano Duarte y luego se dirigió a la casa de Ñata Legal (actualmente zona del Word Trade Center), donde parecía una presa fácil para los revolucionarios.
Testigos aseguran que una llamada advirtió al dictador de lo que ocurría, por lo que pudo huir del lugar antes de que lleguen los de la Caballería a pedir su rendición. En ese sitio se produjeron las primeras bajas entre los miembros del Regimiento Escolta que defendían la casa y las fuerzas de la Caballería.
Stroessner llegó en automóvil hasta la casa de su hijo Freddy, ubicada frente a Mburuvicha Roga y de allí fueron junto a su nuera Patricia Heickel y su hija Gracielita en el Batallón Escolta Presidencial, de allí Stroessner y sus familiares pasaron al edificio del Comando en Jefe.
Horas más tarde, aproximadamente a las 21:00 los coroneles Eduardo Allende y Mauricio Díaz Delmás, comunicaron que no pudieron capturar al dictador en la casa de Ñata Legal, el secuestro había fracasado y el “operativo 33” tuvo que realizarse inmediatamente, no se podía esperar hasta las 03 horas del día siguiente, ósea del 3 de febrero.
Los cabecillas del golpe se autodenominaban “Carlos” y sus comunicaciones por radio se pudieron oír en vivo por Radio Cáritas. En ese sentido, uno de los primeros Carlos en acudir junto a sus subordinados, fue el entonces coronel Lino Oviedo Silva, dirigía una docena de tanquetas y más de un centenar de hombres. El mismo se ubicó a una cuadra del Comando en Jefe, mientras que el coronel Pedro Concepción Ocampos llegó con sus tanques Cascavel hasta frente al Club Olimpia, el Escolta estaba rodeado y comenzó la resistencia luego de las 21:00 horas.
Los revolucionarios intentaron convencer a los leales al dictador de deponer las armas y aseguraban que serían bien tratados. La condición era marchar desarmados hasta la escuela de educación física militar, zonas copadas por los sublevados.
El vicealmirante Eduardo González Pettit, al mando de la Marina, por su parte era el designado para apoderarse del Palacio de Gobierno, el Cuartel Central de Policía e Investigaciones. También tomó los medios de comunicación, como Radio Primero de Marzo y Canal 9, en los que la proclama de Andrés Rodríguez comenzó a sonar en la madrugada de forma ininterrumpida.

LAS PRIMERAS BANDERAS BLANCAS
Neutralizada la Comandancia, el jefe de Policía Gral. Brítez Borges, quien resistía con 50 hombres se rindió y es conducido hasta la Caballería en calidad de detenido.
Al transcurrir la noche los leales al dictador eran solamente ya la Fuerza Aérea, y el arma de Stroessner la Artillería, la única capaz de ejercer resistencia a lo que se estaba gestando. A las 23:00 el coronel Regis Romero llegó al predio de la Fuerza Aérea en Ñu Guazú e intimó la rendición de los comandantes, quienes no resistieron y fueron hasta la Caballería para rendirse ante el Gral. Rodríguez. El coronel Regis Romero informó que la aviación se rindió a las 23:30, esta se convirtió en una victoria clave, con los aviones sobrevolando el temor era que bombardeen a las fuerzas revolucionarias.
LA CAÍDA
Tras sufrir bajas los defensores de Stroessner se repliegan hasta el Batallón Escolta y la defensa del dictador va camino a la rendición, pero los leales vacilan, se piensa que intentan ganar tiempo para que la Artillería pueda reaccionar y movilizarse desde Paraguarí. Los Carlos mencionan que todo debe definirse antes del amanecer e intiman rendición a los leales al dictador.
Stroessner se encontraba en el Comando en Jefe, un edificio entre el Escolta Presidencial y el Ministerio de Defensa, los responsables de la gesta informan que el “número uno” estaba en el Escolta y los Carlos, decididos, se lanzan contra el mismo.
Fue así que el entonces coronel Lino Cesar Oviedo, ingresa al edificio donde se encontraba Stroessner y su familia, logra la capitulación y lo lleva detenido hasta la caballería dentro del coche presidencial, junto a su familia donde el propio Oviedo llevaba dos granadas en las manos. Además, estaban escoltados por dos tanquetas que apuntaban sus cañones al auto para evitar cualquier maniobra.
Seguidamente, a medianoche en las radios se escucha la primera proclama del general Rodríguez que decía: “Queridos compatriotas, apreciados camaradas de las Fuerzas Armadas, hemos salido de nuestros cuarteles en defensa de la dignidad y el honor de las Fuerzas Armadas, por la unificación plena y total del coloradismo en el Gobierno, por la iniciación de la democratización del Paraguay, por el respeto a los Derechos Humanos, y espero que los camaradas de las Fuerzas Armadas me acompañen en estas circunstancias, porque estamos defendiendo una causa noble y justa que redundará en beneficio de nuestro heroico y noble pueblo paraguayo”.
Tras la proclama, los aviones Xavantes vuelan desarmados para demostrar la adición de la Fuerza Aérea y dar tranquilidad a quienes se levantaron en armas. Media hora más tarde se repetía la proclama de Andrés Rodríguez cada 10 minutos.
EL FIN DE LA DICTADURA
Siendo las 3:00 de la mañana del 3 de febrero, hora en que originalmente debía comenzar el golpe de Estado, Stroessner llegaba derrotado hasta la Caballería en Campo Grande.
Ya en la Caballería el dictador firmó su renuncia a la presidencia de la República y culmina el levantamiento. El documento señalaba: “Asunción, 3 de febrero de 1989, por este documento presento mi renuncia indeclinable al cargo de presidente de la República del Paraguay y al de Comandante en Jefe de sus Fuerzas Armadas”.
Las calles del microcentro explotaron de júbilo, las personas salieron a festejar el derrocamiento del dictador en la calle Palma y encendidos discursos pudieron por fin realizarse a la luz del día.
Rodríguez se autoproclamó presidente temporal y anunció que se llamará a elecciones democráticas por primera vez en varias décadas. Siendo las 17:00 Andrés Rodríguez Pedotti juró como presidente provisorio.
El dictador estuvo incomunicado y detenido en la Caballería hasta que el 5 de febrero, con su entonces cansino caminar, subió por las escaleras del avión de Líneas Aéreas Paraguayas con destino a Brasil que le concedió asilo político, donde vivió hasta su deceso.