La apertura de una sala de estudios universitarios dentro del centro de reinserción social (cereso) marca un hito significativo en el camino hacia la rehabilitación y reinserción de personas privadas de libertad. Este nuevo espacio no solo ofrece oportunidades educativas, sino que también representa un compromiso con la transformación y la esperanza para quienes se encuentran cumpliendo sus condenas.
La universidad autónoma de encarnación fue la encargada de impulsar esta idea, la directora nacional de bienestar y reinserción fue la persona que anunció la habilitación de esta sala de estudios.
Esta iniciativa no solo busca proporcionar conocimientos académicos, sino también fomentar el desarrollo personal y profesional de los internos. El fomento de la educación dentro de las instituciones penitenciarias puede contribuir a reducir la reincidencia delictiva y a promover el respeto, responsabilidad y convivencia entre los internos.