QUEJARTE MUCHO PUEDE DAÑAR TU SALUD

Si estás atrapado en una conversación durante demasiado tiempo escuchando a alguien ser negativo, es más probable que también empieces a comportarte de esa manera, destacan.

Un antiguo estudio de la Universidad de Stanford reveló algo que pocos saben, quejarse constantemente o estar expuestos a quejas de otras personas deterioran el funcionamiento del cerebro.

Además, develó que tan solo la exposición a 30 minutos de quejas todos los días puede dañar físicamente el cerebro al estropear las neuronas del hipocampo -la parte del cerebro que se utiliza para la resolución de problemas y el funcionamiento cognitivo-.

“Cuando nos quejamos o nos lamentamos, nuestro cerebro puede liberar neurotransmisores asociados con el estrés y la ansiedad, como el cortisol y la adrenalina. Estos neurotransmisores pueden activar la respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la tensión muscular”, comentó el neurólogo Alejandro Andersson a Infobae.

Afecta la química del cerebro: “Cuando nos quejamos, nos lamentamos o nos enojamos, nuestro cerebro libera hormonas que hacen al estrés, como el cortisol, que pueden afectar negativamente nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad cognitiva y nuestra salud en general. Sobre todo, cuando esto se hace crónico y repetitivo -distress-”, explicó el neurólogo.

Refuerza patrones negativos: “Si nos acostumbramos a enfocarnos en lo negativo y quejarnos constantemente, esto puede crear patrones negativos, o sea circuitos neuronales negativos en nuestro cerebro y predisponernos a ver lo malo en lugar de lo bueno”.

Interfiere con la resolución de problemas: “Cuando estamos en un estado de queja o enojo, nuestro cerebro está menos capacitado o bloqueado para resolver problemas de manera efectiva, ya que no podemos pensar con claridad, nuestra capacidad de concentración, atención e inteligencia ejecutiva disminuyen”.

Daña nuestra actividad social: “Si estamos constantemente quejándonos o enfadándonos, esto puede afectar nuestras relaciones interpersonales y nuestra capacidad para conectarnos con los demás”.

Quejarse puede ser tentador porque uno siente cierta liviandad después de hacerlo, pero como muchas otras cosas que a simple vista parecen placenteras -como fumar o comer comida rápida- a largo plazo tienen efectos nocivos para la salud.