En una vivienda del Barrio San Juan de Cambyretá, un inusual descubrimiento dejó asombrado al propietario, cuya identidad optó por mantener en reserva. Al asomarse al patio, se encontró con un macabro hallazgo: un pequeño ataúd envuelto en cinta aisladora, con una cruz colocada sobre la tapa.
La sorpresa y el desconcierto invadieron a la familia, quienes no pudieron evitar especular sobre el motivo de este extraño objeto en su propiedad. Aunque no cuentan con enemigos conocidos, sospechan que alguien pudo haberse equivocado de dirección al dejar el ataúd en su hogar.
El inquietante suceso no solo perturbó a los habitantes de la vivienda, sino que también sembró el temor entre los vecinos del barrio. La incertidumbre y el misterio que rodean este evento singular han generado preocupación y cautela en la comunidad, que se encuentra atenta ante cualquier indicio que pueda arrojar luz sobre este enigma.