El pequeño Lucas, niño baleado por policías, está mejorando su salud pero aún sufre las consecuencias del ataque, porque tiene insomnio por las noches, no puede estar solo y renguea. Su familia pide ayuda a la ciudadanía para costear los gastos, porque casi nada obtuvo de parte del Gobierno.
Ricardo Riquelme, padre del pequeño baleado por policías, indicó a radio Universo 970 AM que Lucas está mejorando su salud pero que sigue con algunas secuelas del terrible hecho, ya que renguea al dolerle la pierna derecha, además sufre de estrés postraumático, tiene insomnio por las noches, no puede quedar solo un segundo porque tiene mucho miedo y volvió a usar pañal porque se orina encima.
Comentó que al igual que su hijo, su esposa y él también fueron diagnosticados con estrés postraumático, pero mencionó que la mujer es la más afectada, al recordar que tan solo hace unos meses dio a luz a su otra hija.
Como ambos siguen sin trabajo, ayer realizaron una rifa solidaria para solventar los gastos. El entrevistado indicó que el Ministerio del Interior únicamente se encargó de solventar las sesiones de Lucas con la psicóloga.
“En la alimentación, traslado y cuidados médicos estuvimos abandonados. Ahora Lucas empezará las sesiones de fisioterapia y no sabemos cuánto costará eso. Nosotros seguimos sin trabajo y ya nos está costando la alimentación de Lucas, entre 70 y 80 mil guaraníes gastamos por día, porque tiene una alimentación diferente, él no puede consumir aceite, pan, gaseosa, ya que tiene 70 puntos en todo el cuerpo, muchos de ellos en el estómago”, explicó.
Para ayudar a la familia, contactar al número (0982) 893-200 de Sol Charotti, madre del niño baleado, o al (0986) 753-979 con Ricardo.
Lucas fue baleado el pasado 30 de mayo cuando el vehículo de su padre fue perseguido por una patrullera desde la ciudad de San Lorenzo hasta Luque. Fuente: Hoy