De los 2.500 millones de dólares que invertirán en el plan de recuperación económica Ñapu’ã, US$ 350 millones dependen de la autorización de otro endeudamiento y esa porción del dinero será destinada a fortalecer el Pytyvõ 2.0, a obras, viviendas, IPS y otros sectores.
La pandemia golpeó fuertemente a la mayoría de los sectores productivos del país, primero con la cuarentena total que obligó a todos los negocios (a excepción de supermercados, tiendas de conveniencia y farmacias) a cerrar sus puertas y por lo tanto a tener ingreso cero en todo este tiempo.

Posteriormente la implementación del plan inteligente permitió el paulatino regreso de algunos rubros con una importante inversión en el protocolo sanitario, sin embargo, la reanudación no significó una inyección económica, tanto por el temor de los clientes por acudir a los locales, como por la falta misma de circulante en medio del desempleo. Hasta aquí no va más allá de un simple estímulo para levantar el ánimo por volver a trabajar.
La asistencia social brindada en cuatro meses (Ñangareko, Pytyvö, subsidio de IPS, ingredientes para ollas populares) no alcanzó y el 29 de junio pasado el Ejecutivo presentó el plan de recuperación económica Ñapu’ã Paraguay, que costará 2.500 millones de dólares y deberían ejecutarse en 18 meses.
Sin embargo, 350 millones de dólares no están disponibles y para ellos se requiere recurrir a nuevos créditos que deben ser autorizados por el Congreso, donde por ahora hay marcadas posturas en contra de un nuevo endeudamiento, pese al fuerte lobby de Hacienda.
De los 350 millones que hoy no existen, US$ 100 millones se prevén destinar al IPS, US$ 80 millones para fortalecer Pytyvõ en la frontera, otros US$ 100 millones para el MOPC a fin de dinamizar la economía, US$ 40 millones para la construcción de viviendas, US$ 10 millones para el Fondo Ganadero y US$ 20 millones para el Crédito Agrícola de Habilitación, según lo detalló el propio presidente de la República Mario Abdo Benítez, el día de la presentación del plan.
PYTYVO 2.0
Una de las asistencias sociales más esperadas por su clara superioridad frente a la lentitud de Ñangareko es el programa Pytyvõ, que llegará en su versión 2.0 y proyecta alcanzar a 770.000 trabajadores informales.
Esta vez se pretende dar un énfasis a los comerciantes fronterizos, 125.000 de ellos se vieron beneficiados en las tandas anteriores (75.000 solamente en Alto Paraná) y la idea es aumentar esa cifra para ese sector que hoy en día es prioritario por la enorme desventaja que enfrenta ante el cierre de frontera.
Se prevé un nuevo periodo de inscripción y se apunta a que las transferencias sean más de cuatro veces, lo que al mismo tiempo implicará reducir el monto que anteriormente era de 548.000 guaraníes y que podría quedar en 350.000 guaraníes, según la disponibilidad presupuestaria con que finalmente se cuente.
Los requisitos en general serán los mismos, entre ellos, no ser funcionario público, no estar alcanzado por el IRP, no recibir ninguna otra asistencia del Estado, entre otros, pero en esta ocasión con un énfasis en certificar la ubicación geográfica, ya que se dará prioridad a los pobladores de frontera.
La preocupación pasa por la falta de una parte de los recursos, pues de los 250 millones que se invertirán, US$ 80 millones dependen del nuevo endeudamiento que por ahora no tiene el visto bueno y que en tal caso obligará a buscar nuevas fuentes de financiamiento o de última a modificar el programa.
Sobre este punto intentamos conversar con la directora de estudios económicos del Ministerio de Hacienda, Carmen Marín, a fin de saber qué alternativas manejan de no surgir el préstamo, sin embargo,pese a la insistencia, el coordinador de entrevistas se negó a concedernos la nota, porque a su criterio “no hay nada nuevo” que comunicar.
OTROS ASPECTOS DE ÑAPU ´A
La inversión en obras públicas es uno de los ejes del plan y solamente en este segundo semestre proyectan desembolsar US$ 1.330 millones de dólares, con lo cual se generarían 124.240 empleos.
Otro pilar es la construcción de 6.000 viviendas adicionales a las inicialmente previstas, incluyendo un subsidio a la clase media con una estimación de 46,7 millones de dólares. Además, la concesión de créditos para Mipymes y cuentapropistas.
La protección social constituye otro factor importante y además del Pytyvõ 2.0 también se prevé dinero para otros programas, entre ellos Adultos Mayores con US$ 6,3 millones y la incorporación de 10.800 beneficiarios, unos US$ 3,1 millones para Tekoporä con la inclusión de 16.000 familias en situación de pobreza y Abrazo con US$ 317 millones, alcanzando a 1.931 familias. Fuente: HOY