
Edgar Martínez Sacoman, de 41 años de edad, es proveniente de Ciudad del Este, donde guarda prisión domiciliaria. Esta situación se debe a que, Martínez Sacoman, se dedicaba a la elaboración de aceite de cannabis para uso medicinal, lo cual distribuía de forma solidaria y gratuita entre personas enfermas y con necesidades urgentes de dicha medicina.
Comprendía perfectamente todo el sufrimiento y la desesperación de las personas que tienen familiares enfermos y que pasan por esa situación debido a que en años anteriores, él perdió a su madre a consecuencia de un cáncer terminal.
El hecho lo llenó de valor aún estando consciente del riesgo y las consecuencias que lleva a cabo dicha acción. Hasta que el día 8 de julio del 2016, tras un allanamiento policial, entraron en su vivienda y encontraron unos 20 ml de aceite de cannabis para uso medicinal y unos 100 gramos de cannabis en proceso de extracción, sumergidos en agua y congelados en la nevera de su heladera (la manera y el estado en que se encontraba ya no servía para uso recreativo o para fumar sino que solo servía para medicina)
En setiembre del 2017 se iniciaba su primer juicio oral, dándolo por inválido, por lo que tuvo que solicitar varios juicios orales, que nunca le fueron otorgados. Un par de horas antes de que lo sentenciaran, conicidentemente, el presidente de la República del Paraguay daba por promulgada la ley 6007. (ley del cannabis medicinal en Paraguay).
Luego de permanecer un año y seis meses preso en la penitenciaría regional de ciudad del este, el día 29 de diciembre del 2017 le otorgaron la medida de prisión domiciliaria, que la cumple hasta el día de hoy.
Es de relevancia indicar que los juicios que podrían haberle dado algún tipo de beneficio a Martínez, han sido postergados debido a que el Abg. Elvio Aguilera Vásquez ha apelado a la medida de su prisión domiciliaria pidiendo la revocación de dicha medida y solicitando que se le devuelva de nuevo a la cárcel, alegando de que hay peligro de fuga y supuestamente de que Martínez tiene una conducta reprochable que amerita de 5 hasta 15 años de pena privativa de libertad.
Hasta el día de hoy no logra obtener fecha de reinicio de juicio oral.
Tampoco sabe qué resultado podría darse en este nuevo juicio, pero estamos seguros y convencidos de que su conducta no fue ni es para nada reprochable así como lo entienden el fiscal de la causa y los jueces.
Esperando el apoyo de la ciudadanía, hacemos pública este relato de vida de un paraguayo que lucha por su libertad y pide transparencia al sistema judicial.