El grave problema de la contaminación que genera el vertedero de Encarnación ha despertado preocupación tanto en Paraguay como en Argentina, debido a los efectos ambientales y sanitarios que podrían extenderse a ambas márgenes del río Paraná. Aldo Ríos, especialista y activista en temas ambientales, ha lanzado una advertencia alarmante sobre la amenaza que representa la quema de residuos en el vertedero, que podría llegar a contaminar el preciado acuífero Guaraní y afectar la salud de miles de personas.
En una entrevista reciente, Ríos subrayó que el humo y los gases liberados por la quema de desechos patológicos en el vertedero no solo son altamente contaminantes, sino que no conocen fronteras. Dependiendo de las condiciones del viento, los contaminantes pueden trasladarse fácilmente hacia Posadas en Argentina, y también hacia el sur de Paraguay, afectando a todas las comunidades en la región. “Los gases de efecto invernadero y las sustancias biológicas que se liberan afectan directamente a la calidad del aire y a la salud de las personas, quienes comienzan a experimentar problemas respiratorios, dolores de cabeza y otros síntomas”, afirmó Ríos.
Además de los riesgos inmediatos para la salud, Ríos explicó que el impacto de la contaminación podría extenderse al acuífero Guaraní, una de las reservas subterráneas de agua dulce más grandes del mundo, y clave para la sostenibilidad ambiental y el bienestar humano de la región. Los estudios han indicado que los residuos peligrosos del vertedero, si no se manejan de manera adecuada, podrían infiltrarse en el suelo y llegar al acuífero, contaminando el agua potable de manera irreversible.
Medidas urgentes y el rol del Mercosur
Ríos también hizo hincapié en la necesidad de tomar medidas preventivas y correctivas con urgencia, mencionando que los esfuerzos locales no han sido suficientes para detener la contaminación. El Consejo Deliberante de Posadas ha decidido elevar el problema al ámbito del Mercosur, buscando una solución que involucre a los países de la región. “Si no tenemos fuerza a nivel local o nacional para frenar esta situación, tal vez podamos lograr un cambio a nivel internacional”, expresó Ríos, destacando la importancia de la colaboración entre países para abordar este tipo de desafíos ambientales.
La comunidad toma conciencia y reclama justicia
Al mismo tiempo, Ríos destacó el papel de la ciudadanía y de los movimientos de vigilancia social, que han demandado transparencia y agilidad en la justicia para resolver los casos relacionados con la contaminación. Sin embargo, según el activista, la lentitud de las autoridades judiciales y la falta de respuestas concretas agravan la situación. “La justicia que llega tarde no es justicia”, afirmó, al tiempo que instó a los fiscales a brindar explicaciones a la ciudadanía, quien exige una respuesta clara y eficaz ante un problema que afecta la calidad de vida y el futuro de la región.
La importancia de la conservación ambiental para el desarrollo
En la entrevista, Ríos recordó que Paraguay se presenta al mundo como un país de recursos naturales ricos y un entorno ambiental favorable. No obstante, advirtió que la realidad de la contaminación amenaza esta imagen y la capacidad del país para atraer inversiones y turismo. “Si queremos que la gente invierta en nuestro país, debemos cuidar nuestro medio ambiente, porque la calidad de vida que vendemos está en riesgo”, dijo, subrayando la necesidad de medidas preventivas de salud y de programas de educación ambiental.
Censura y libertad de prensa: una nueva controversia
Por último, Ríos expresó su preocupación por recientes intentos de censurar a medios de comunicación que informan sobre estos problemas ambientales. Afirmó que, como integrante del Partido Liberal Radical Auténtico, rechaza cualquier intento de limitar la libertad de prensa, y añadió que el partido debería pronunciarse en defensa de la libertad y contra cualquier manifestación autoritaria.
La situación del vertedero de Encarnación representa un grave desafío ambiental, social y de salud pública que requiere atención urgente y un esfuerzo conjunto de las autoridades, la ciudadanía y los países de la región. La protección del acuífero Guaraní y la salud de las futuras generaciones están en juego, y la comunidad internacional observa de cerca la respuesta de Paraguay y Argentina.