La depresión va más allá de la mera tristeza o de un sentimiento temporal de estar «deprimido». Es la principal causa de discapacidad en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es una afección generalizada y compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo (alrededor de 280 millones de personas) y que puede afectar significativamente a la calidad de vida de un individuo, alterando sus pensamientos, sentimientos, comportamientos y salud física. Aparte de la desidia, tristeza, falta de interés o desesperanza, también se puede manifestar a través de síntomas físicos como cambios en el apetito, alteraciones del sueño, fatiga y dificultad para concentrarse. No existe cura para la depresión.
En esencia, los signos de depresión, que pueden variar de paciente a paciente, pueden ser: sentimientos persistentes de tristeza, vacío o desesperanza, pérdida de interés o placer en actividades que antes sí se disfrutaban, cambios en el apetito y el peso (ya sea pérdida o aumento), alteraciones del sueño (insomnio o dormir demasiado), fatiga o falta de energía, dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar cosas, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva, síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de estómago u otros dolores y molestias inexplicables o incluso pensamientos oscuros de muerte o suicidio.
Pero no todas las depresiones son iguales y ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Stanford ha presentado una investigación en la que han identificado hasta seis tipos distintos de presión combinando imágenes cerebrales con aprendizaje automático. Los resultados revelan seis subtipos de depresión, lo que podría revolucionar el tratamiento de la depresión y cada una de ellas debe ser tratada de manera diferente.
No hay un solo tipo de depresión
Esto encaja con el hecho de que, para algunas personas con depresión, encontrar el tratamiento o fármaco adecuado puede ser un proceso de tedioso, casi de prueba y error, que puede incluso empeorar los síntomas de la enfermedad. Incluso a pesar de los prolongados tratamientos, muchas personas, hasta dos tercios de los que la sufren, no consiguen aliviar completamente los síntomas. Algo no encaja.
«El objetivo de nuestro trabajo es descubrir cómo podemos hacerlo bien la primera vez», explicó Deanne Williams de Stanford Medicine. «Es muy frustrante estar en el campo de la depresión y no tener una alternativa mejor a este enfoque único para todos».
Para identificar estas seis variantes dentro de la depresión, los investigadores emplearon imágenes cerebrales combinadas con el aprendizaje automático que arrojaron seis “biotipos”. Concretamente, utilizaron resonancia magnética funcional (fMRI) para escanear los cerebros de 801 participantes diagnosticados con depresión o ansiedad y con una edad promedio de 30 años. Todas estas exploraciones cerebrales se llevaron a cabo tanto en reposo como realizando tareas diseñadas para evaluar la función cognitiva y emocional de los voluntarios del experimento. Luego, utilizaron la inteligencia artificial mediante aprendizaje automático, parra lograr identificar distintos patrones de actividad cerebral y conectividad correspondientes a diferentes biotipos de depresión.
«Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que hemos podido demostrar que la depresión puede explicarse por diferentes alteraciones en el funcionamiento del cerebro», aclaró Williams. «En esencia, es una demostración de un enfoque de medicina personalizada para la salud mental basado en medidas objetivas de la función cerebral. El objetivo de nuestro trabajo es descubrir cómo podemos hacerlo bien la primera vez. Es muy frustrante estar en el campo de la depresión y no tener una alternativa mejor a este enfoque único para todos”.
¿Cuáles son los 6 tipos de depresión?
Los seis biotipos de depresión que encontraron los investigadores incluyen: uno caracterizado por hiperactividad en las regiones cognitivas, asociado a más ansiedad, prejuicios negativos, desregulación de amenazas y anhedonia (falta de interés por las experiencias de la vida) que otros biotipos.
Otro biotipo estuvo marcado por niveles más altos de conectividad cerebral en tres regiones asociadas con la depresión y la resolución de problemas. Los autores, que publican sus resultados en la revista Nature Medicine, descubrieron que sus síntomas se aliviaban mejor con la terapia de conversación conductual, que enseña habilidades para abordar mejor los problemas diarios.
Otro de los tipos de depresión se distinguió claramente por presentar niveles más bajos de actividad en el circuito cerebral que gestiona la atención, que fue asociado a menos posibilidades de mejorar con la terapia.
De la misma forma, otro de los biotipos fue relacionado con una menor actividad en las regiones cognitivas del cerebro y menos conectividad en las regiones emocionales, lo que significa que los voluntarios tenían dificultades para responder a la información cognitiva y regular las emociones negativas. También encontraron otro caracterizado por una alta reactividad emocional, viéndose mucho más afectados por estímulos emocionales como sus propias emociones o las expresiones faciales de las personas que el resto.
El último biotipo de depresión resultó bastante sorprendente, ya que no se diferenciaba respecto a las personas sin depresión en cuanto a la referencia en los escáneres cerebrales, lo que podía apuntar a un tipo de depresión subyacente aún no tipificada.
Fuente: MuyInteresante