El suroeste de Irán ha sido gravemente azotado por grandes inundaciones, las cuales han cobrado la vida de 17 personas, dejando más de 100 heridos y afectando a más de 56.000 personas. Todas las autoridades están en máxima alerta, ya que las fuertes corrientes arrastraron no solamente a personas, sino también, de forma violenta, a varios vehículos, los que también llevaban personas en el interior. Las lluvias continuarán durante las siguientes horas. Tristemente, algunas de las personas que fallecieron estaban tratando de grabar las inclemencias climáticas, momento en el cual fueron arrastradas por las aguas. El presidente iraní, Hasán Rohaní, hizo un llamado a todas las autoridades locales para tomar todas las acciones correspondientes y así contrarrestar esta situación.
