Técnicos del Ministerio del Ambiente están en proceso de verificación de afluentes que desembocan en el Lago Ypacaraí, que a pesar de conocer una ligera bajante está en proceso de renovación, a merced de la muy baja actividad humana.

Los caudales analizados son el arroyo Yukyry, Yukyrymi y San Lorenzo, los que van y desembocan directamente en el Ypacaraí.
Técnicos del MADES pretenden obtener resultados al respecto de su estado actual y cotejarlos en relación a la baja actividad que se da con la cuarentena y restricciones vigentes.
El objetivo es asimismo determinar el balance hídrico del histórico lago, que paulatinamente se va recuperando, además de estar bañado de vegetaciones que contribuyen a una más satisfactoria purificación.
Otros afluentes examinados son el Río Salado y los arroyos Mburicaó, Itay y Lambaré. Los resultados de estos exámenes estarán listos la semana que viene.
Fuente: HOY