
La música tiene efectos inmediatos con los sentimientos, transmitiendo energías. ¡Imagine la potencia en los músicos! Tocar un instrumento y hacer música es considerado una terapia neuropsicológica, ya que mejora, sin duda, las habilidades del lenguaje, la conducta, y la inteligencia espacial, la cual es la capacidad de percibir de forma detallada el mundo y formar imágenes mentales de los objetos.

Un estudio que se llevó a cabo con niños de 6 años, a quienes se les enseñó a tocar un instrumento musical durante 15 meses seguidos, demostró que, al final del entrenamiento musical, sorprendentemente todos los menores experimentaron increíbles cambios en su anatomía cerebral. Terapia musical: sabemos que las regiones del cerebro implicadas en el proceso de la música son primordiales para otras tareas, como la memoria o las habilidades del lenguaje, mejorando casi de forma automática el leer y escribir, especialmente en aquellos que estén experimentando dificultades en dichas áreas.

Además, mejora nuestro estado anímico, ya que la música nos exige ser metódicos y exigentes, también brinda una buena autoestima mediante los medios de expresión, enseña a vencer el miedo y asumir los riesgos, aporta seguridad y confianza.