El senador Hiroshi Nakayama realizó una contundente intervención en la que destacó la desigualdad en la asignación de presupuestos para las universidades nacionales, en particular entre la Universidad Nacional de Itapúa (UNI) y la Universidad Nacional de Pilar (UNP). En su discurso, el legislador comparó las asignaciones presupuestarias para ambas instituciones, poniendo de manifiesto una evidente disparidad en relación con la población que cada una de ellas debe atender.
Nakayama señaló que, mientras que la Universidad Nacional de Pilar, que cubre a un departamento con una población de 91,000 habitantes, recibe un presupuesto de aproximadamente 9 millones de dólares, la Universidad Nacional de Itapúa, que debe atender a un departamento con 650,000 habitantes, tiene asignados solo 13 millones de dólares. Este dato resalta una diferencia de solo 4 millones de dólares más, a pesar de que el departamento de Itapúa representa aproximadamente el 10% de la población nacional, una cifra mucho mayor que la que tiene a su cargo la UNP.
El senador cuestionó la lógica detrás de esta asignación y destacó la falta de base en las decisiones tomadas, sugiriendo que la distribución del presupuesto debe basarse en criterios más equitativos que consideren la población y las necesidades de cada región. Sin embargo, Nakayama aclaró que su intención no es reducir el presupuesto de ninguna universidad, sino más bien hacer un llamado a la reflexión sobre la necesidad de corregir las desigualdades en la distribución de recursos para las universidades nacionales.
La intervención de Nakayama pone en evidencia una problemática histórica en la asignación de recursos al sistema educativo superior del país y abre un debate sobre la equidad en el financiamiento de las universidades nacionales.