Un ciudadano argentino, de nombre Ernesto Ángel González, de 24 años, se encuentra detenido en la comisaría segunda de Encarnación bajo acusaciones de haber conducido con una supuesta presencia de alcohol en sangre. Según su cuñado, quien habló con nuestro medio, la situación ha desencadenado una serie de presuntas extorsiones por parte de la Policía Nacional y un abogado que trabaja en conjunto con las autoridades.
El cuñado de Ernesto, quien no reveló su identidad, explicó que ambos se dedican a la actividad de “paseros” y que el pasado lunes se trasladaron a Paraguay para realizar compras. Según su relato, el vehículo en el que se desplazaban, una moto Gilera 110, presentaba fallas mecánicas que comenzaron a emitir humo, lo que llamó la atención de los oficiales de la policía paraguaya, quienes procedieron a detenerlos.
«Nos pidieron los documentos y carnet de conducir. Mi hermano los tenía, pero igual lo demoraron a él y a mi cuñado», comentó el denunciante.
Durante la detención, se les acusó de no contar con la documentación adecuada y de tener alcohol en sangre, con un nivel presuntamente registrado en 0.8, lo que motivó el inicio del proceso legal. Sin embargo, el hermano de Ernesto asegura que la situación fue aprovechada para exigirles sumas de dinero por parte de los uniformados. «Primero nos pidieron 10,000 pesos argentinos, luego 1 millón de guaraníes para liberar la moto y después otros 500,000 guaraníes para sacarlo a mi hermano», señaló.
El denunciante indicó que desde las 7 de la mañana del martes, estuvo buscando ayuda en el Consulado Argentino en Encarnación, que permanecía cerrado. «Estoy varado, sin plata, sin comida, no tengo cómo volver a Argentina. Me dijeron que por 500,000 guaraníes harían una donación a una fundación para que le liberen, pero ya pasó más de 24 horas y no lo sueltan», manifestó, visiblemente angustiado.
Además de las denuncias de extorsión, el hermano de Ernesto también mencionó que éste ha sido golpeado, presentando heridas en sus manos, y que se encuentra detenido junto a otros cinco o seis individuos. «Mi hermano no es un delincuente. Lo tienen encerrado como si hubiera cometido un crimen cuando no hizo nada», expresó.
El caso se agrava, según el denunciante, por la falta de claridad en el procedimiento judicial, ya que tanto el abogado encargado del caso, como la Policía Nacional, se estarían “tirando la pelota” entre ellos sin dar una solución concreta. «Me piden plata por todos lados. Yo sólo quiero que lo liberen o que lo expulsen del país, pero no puedo seguir en esta situación. Estoy en un país que no es el mío, sin ayuda», concluyó el familiar.
El consulado argentino y las autoridades paraguayas aún no han brindado una respuesta oficial sobre el caso, que ha generado preocupación entre la comunidad argentina residente en la zona.















