Expertas en psicología, sociología y derecho coinciden en que los violadores actúan por poder, ya que ello les causa placer, por lo que la castración química o quirúrgica no les impedirá seguir violentando a sus víctimas mediante otras vías.

De vuelta resurgió el debate sobre la castración química a los violadores de niños. La propuesta la realizó el diputado Carlos Rejala y se espera que la normativa sea estudiada mañana en la Cámara Baja.
Consultada sobre esto, Alma María Segovia, jefa del departamento de psicología forense del Ministerio de Defensa Pública, comentó a HOY que esta medida no evitará que el violador utilice su mente para fantasear o utilizar otros medios para llevar a cabo su deseo, que es el de violentar a su víctima.
Señaló que, en todo caso, la castración debería ser la última opción, siempre analizando a profundidad cada caso. “En muchos ocasiones, el dominio y el poder hacia la víctima, les causa placer. Entonces se deben ver los diferentes niveles, como ver los factores que conllevan y si es producto del machismo. Hay también personas que abusan porque la cultura se los permite, como en el campo que es común que haya incesto y nadie diga nada, recién ahora se denuncia. Se debe tener además un diagnóstico de si es pedófilo y pederasta”, acotó.
La experta lamentó que estamos aplazados en la prevención, siendo que esto es lo más recomendable para evitar estos abusos. En ese sentido citó que es primordial la educación sexual y la especial atención a la salud mental.
Respecto al perfil del violador, Segovia aclaró que no existe uno determinado, atendiendo que cualquier persona puede serlo. Recordó que durante su experiencia, tiene registros de que en general los abusadores son aquellos miembros de la familia, amigos o vecinos. “Puede ser un padre de familia, un director de colegio, un médico. No hay un perfil determinado”, refirió.
SOCIÓLOGA Y ABOGADA, COINCIDEN
Coincidió la abogada y socióloga Diana Vargas, quien afirmó también que la castración química no disminuirá la violencia. “Veía la propuesta legislativa de la castración química, y nos damos cuenta de cuánto desconocemos de la problemática, porque el abuso no es propiamente un deseo incontenible, sino que tiene que ver más bien con un acto de poder y dominación. Con la castración química o con la pena de muerte no vamos a resolver. Claramente no es el camino porque no tiene que ver con el diagnóstico del problema”, dijo en contacto con Radio 1000.
Indicó que el planteamiento de cadena perpetua o la pena de muerte no va a resolver la violencia contra las mujeres y los niños. “Poder y dominación, eso es lo que está detrás y es lo que no estamos logrando enfocar, porque nos negamos a hablar de violencia machista. Nos negamos a poner nombre y apellido al patriarcado criminal que está realmente dañando a niñas y mujeres todos los días en los diferentes niveles”, dijo.
A su vez, la abogada Mirta Moragas, del Consultorio Jurídico Feminista, indicó que la violencia sexual no se basa en el deseo sexual, sino más bien en el poder. Es por ello que a su parecer la castración química no va a solucionar el hecho de que la sociedad está construida sobre la idea de que hay quien tiene poder y puede abusar de quien no lo tiene. La solución será la educación, según resaltó.
CÓMO FUNCIONA Y DÓNDE SE APLICA
La castración química es un proceso dirigido generalmente en contra de violadores, pederastas y otros agresores sexuales. Al sujeto en este tratamiento se le administra una serie de medicamentos destinados a reducir la líbido y la actividad sexual.
Los fármacos sofocan la conducta sexual en los hombres a través de la reducción radical de los niveles de testosterona. En teoría es un proceso reversible y el sujeto se recuperará una vez interrumpido el tratamiento.
La castración está permitida en nueve estados de USA, en Polonia, Rusia, India, Estonia, Corea del Sur e Indonesia.
Fuente: HOY