Santiago Peña aboga por un debate amplio mientras Conasam propone un aumento de G. 100.739
El ajuste del salario mínimo en Paraguay es un tema candente que genera expectativas tanto en los sectores trabajadores como en los empresariales. Según informó el medio Última Hora, el Poder Ejecutivo está próximo a anunciar un nuevo reajuste, aunque el monto exacto aún no ha sido definido. El Consejo Nacional de Salarios Mínimos (Conasam) recomendó un incremento de G. 100.739, lo que elevaría el salario mínimo a G. 2.899.048, ajustándose a la inflación acumulada en los últimos 12 meses, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP).
La postura del presidente Peña
El presidente Santiago Peña expresó su preocupación por la situación laboral en el país, destacando que más de la mitad de los trabajadores paraguayos no alcanzan el salario mínimo actual. “Me gustaría que el salario mínimo sea de 10 millones de guaraníes, pero hay que tener una discusión más amplia”, afirmó Peña, reconociendo la necesidad de un debate que vaya más allá de un simple ajuste basado en la inflación.
Peña señaló que el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, liderará una mesa de trabajo con representantes de sindicatos y empresarios para abordar el tema de manera integral. El objetivo es separar la discusión del ajuste del salario mínimo del cálculo basado únicamente en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), como lo establece la legislación actual. “La ley actual tiene sus ventajas y desventajas. Hay un reclamo genuino de la clase trabajadora que debemos atender”, subrayó el mandatario.
Diferencias en las propuestas
Mientras Conasam basa su recomendación en el informe del BCP, las centrales obreras exigen un aumento del 15%, fundamentándose en un estudio del economista Raúl Monte Domecq sobre la evolución del salario. Esta discrepancia refleja las tensiones entre los sectores, ya que los trabajadores buscan un ajuste que responda mejor a sus necesidades económicas.
Por su parte, la senadora Esperanza Martínez presentó un proyecto de ley que propone modificar el método de cálculo del salario mínimo. En lugar de usar el IPC general, Martínez plantea que el ajuste se base en el índice de precios de los alimentos, dado su mayor impacto en el presupuesto de los trabajadores.
Un problema estructural
El presidente Peña reconoció que el ajuste del salario mínimo, aunque necesario, no resuelve los problemas estructurales de la clase trabajadora. “Desearía que en Paraguay no haya ni un solo trabajador que gane menos del salario mínimo, pero la realidad es que más del 50% no lo alcanza”, lamentó. Este diagnóstico pone en evidencia la informalidad laboral y las desigualdades que persisten en el mercado de trabajo paraguayo.
El debate sobre el salario mínimo no solo abarca el monto del aumento, sino también la necesidad de políticas más amplias que garanticen mejores condiciones laborales y un mayor poder adquisitivo para los trabajadores. La mesa de diálogo propuesta por el Ejecutivo será clave para acercar posiciones y buscar soluciones sostenibles.
El inminente ajuste del salario mínimo en Paraguay abre un espacio de diálogo crucial entre el gobierno, los trabajadores y los empresarios. Aunque la recomendación de Conasam apunta a un incremento modesto basado en la inflación, las propuestas de las centrales obreras y el proyecto de ley de Martínez buscan cambios más profundos en el cálculo y la aplicación del salario mínimo. Mientras tanto, el presidente Peña insiste en la importancia de una discusión amplia que aborde las necesidades de los trabajadores sin perder de vista la realidad económica del país.















